Alejandro Romero
Confirmado, la economía mexicana ya da claras señales de resentir los efectos de la desaceleración económica en Estados Unidos.
Esta semana el Inegi dio a conocer el resultado del Indicador Global de la Actividad Económica en México, que viene a ser una especie de PIB (Producto Interno Bruto) o indicador de crecimiento económico adelantado, y los resultados fueron más que evidentes.
Durante abril la actividad económica en México mostró sólo un crecimiento de 2.4%, su nivel de crecimiento más bajo desde diciembre de 2009.
A esto súmele que los principales grupos financieros del país pronosticaban a inicios de la semana que el resultado sería de entre 3% y hasta 3.9%... pero oh sorpresa, el resultado fue mucho más bajo de lo que se esperaba.
Y por más que se le quiera ver lo positivo al dato, es casi una misión imposible, ya que el resultado de abril pasado fue muy inferior al crecimiento de 5.9% alcanzado en enero, y no se diga respecto a mayo del 2010, cuando la economía nacional logró tasas de expansión cercanas al 9%.
La mala noticia es que de acuerdo con los expertos lo peor de la desaceleración en Estados Unidos se dio apenas en mayo, por lo que pronto podríamos tener conocimiento de una mayor baja en el crecimiento nacional.
Frena la industria
Los resultados por sectores hacen evidente que el sector industrial prácticamente se estacó durante abril, pues sólo logró una expansión del 1.5%.
En el caso de la actividad del sector agropecuario cayó un 1.2% y el comercio y los servicios fueron el rubro más dinámico con un alza de 3.1%.
Estas noticias ya pusieron a los analistas a pensar y en el caso del Grupo Financiero Banamex, anunció que ya prepara un ajuste a la baja en sus expectativas de crecimiento para la economía mexicana en este 2011.
No queda más que esperar que la economía americana reaccione pronto y a partir de julio salga de la desaceleración, lo que por fortuna aún prevén la mayoría de los especialistas y organismos financieros internacionales.
Hay que cruzar los dedos.
Una de cal…
Por lo pronto, un dato que brinda esperanza es el crecimiento de 1.9% que lograron durante mayo los nuevos pedidos de la industria manufacturera en Estados Unidos.
Este indicador, clave para nuestra economía y las empresas manufactureras establecidas en el País, se había desplomado un 2.7% durante abril.
Si se incrementan los pedidos de bienes manufactureros en Estados Unidos, eso se traduce en mayor trabajo y producción para muchas plantas en México.
De confirmarse más aumentos en este indicador durante los próximos meses, entonces será muy probable que se retome la confianza en la evolución de la economía americana y al fin dejemos hablar de la temida desaceleración.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 13 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com
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