La Sombra Telemax 31 de agosto del 2015

Comentario económico de Alejandro Romero 1 de julio del 2015

martes, 25 de agosto de 2009

El futuro del dólar

Alejandro Romero

Parece un milagro: El dólar de nuevo se vende en bancos y casa de cambio por debajo de los 13 pesos por billete verde.

De inmediato saltan las preguntas: ¿A qué se debe la fuerza del peso? ¿Es signo de que ya tocamos fondo y vienen tiempos mejores? ¿Se quedará así o bajará o subirá?

Vamos una por una.

¿Por qué ha ganado fuerza el peso? Como ya lo habíamos mencionado en este espacio hace varias semanas, existen señales claras de que la economía mexicana al fin tocó fondo y cuando menos no seguirá en caída libre.

Esto mismo fue lo que confirmó el lunes la firma Merrill Lynch, pues aseguró que la economía nacional dejó de caer y aseguró que desde julio se encuentra en recuperación, débil y lenta, pero al fin de cuentas está en recuperación.

Esta noticia puso de buenas a los inversionistas, fortaleció al peso y como resultado tenemos que el dólar logró venderse por debajo de los 13 pesos.

No obstante, hay que aclarar que ese no es su valor real, ya que de acuerdo con el diferencial de inflaciones entre México y Estados Unidos, en este momento el dólar debería valer 13 pesos con 18 centavos, así que la divisa estadounidense se está vendiendo incluso más barata de lo que debería.

¿Es signo de que ya al fin vienen tiempos mejores? No. Hay que reconocer que el hecho de que el dólar baje es signo de confianza en la economía, y de alguna forma refleja que las expectativas a futuro al menos ya no son tan negativas, pero de eso a que la economía esté por recuperarse vigorosamente y esto se refleje en la microeconomía de las familias mexicanas, hay un abismo de diferencia.

Desde mi punto de vista, la mejoría en los mercados y en el tipo de cambio es producto de una sobrerreacción de optimismo de parte los inversionistas.

Aunque la economía dejará de caer abruptamente, el crecimiento será mínimo o nulo en los próximos trimestres, por lo que no se generarán los empleos suficientes y continuará elevándose el desempleo.

Además, aún está por sentirse el “shock” financiero del Gobierno federal, que en 2010 impactará a la economía al reducirse el gasto gubernamental y elevarse los impuestos y las tarifas de productos y servicios públicos.

De modo que tiempos difíciles aún sobran por delante.

¿Subirá o bajará?

En un mercado cambiario de libre oferta y demanda, pronosticar siempre es un volado. No obstante, es previsible que el dólar se mantenga barato y estable, alrededor de los 13 pesos, al menos hasta que comience la discusión del paquete económico del Gobierno federal para el 2010.

Ya para finales de septiembre y octubre, comenzarán a ponerse más fuertes las discusiones del paquete económico y probablemente muchas empresas presenten resultados negativos en este año, además de malos augurios para el 2010, lo que podría presionar de nuevo al tipo de cambio.

No obstante, si no se presentan noticias negativas o positivas significativas, el tipo de cambio no volverá a superar los 14 pesos por dólar y lo más probable es que ronde los 13 pesos con 50 centavos.

En pocas palabras, con la información disponible hasta este momento, no se ven problemas que disparen el precio del dólar, pero tampoco que lo sigan abaratando más.

Más desempleo

Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) dio a conocer las cifras del desempleo al segundo trimestre en las entidades federativas del País, y los resultados de nueva cuenta fueron negativos.

Lo positivo es que Sonora resultó el estado fronterizo donde menos creció el desempleo de abril a junio de este año, y además continuamos como la entidad con el menor nivel de desocupación de toda la frontera Norte.

Y es que mientras en Sonora el desempleo subió de 5.5% en el primer trimestre a 5.7% para el segundo, en Coahuila la desocupación se incrementó de 7.3% a 8.7% en el mismo lapso. Esto a cifras desestacionalizadas.

A nivel nacional y también con datos desestacionalizados, el desempleo pasó de 4.9 a 5.6%, su nivel más alto desde la crisis de 1995.

Es de preverse que durante los próximos meses continúe al alza el desempleo, ya que aunque la economía no seguirá en caída libre, como ya lo hemos dicho no se recuperará significativamente, por lo que el empleo que se generará será mínimo y no cubrirá las 700 mil plazas que se han pedido desde que inició la crisis, además del crecimiento de la población económicamente activa.

En el caso de Sonora, el comportamiento del desempleo se prevé estable. Pero que disminuya significativamente dependerá en buena medida de las ganas con que vengan las nuevas autoridades estatales.

Si desde el primer día de la nueva administración de Guillermo Padrés se le echan todos los kilos a la construcción de infraestructura y obras estratégicas, se apoya en serio a las pequeñas y medianas empresas y se le da un nuevo impulso a la promoción del Estado, seguramente se podría ayudar a reactivar la economía estatal y reducir la desocupación. Ojalá así sea por el bien de nuestro Estado.

Alejandro Romero.
Economista y Jefe de Redacción de Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo financiero y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx
Blogspot: http://alexromeroayala.blogspot.com/

miércoles, 19 de agosto de 2009

Equivoca el camino Gobierno federal; medidas “antishock” sólo alargarán la recesión


Alejandro Romero

Hay que decirlo con todas sus letras, las medidas que ha anunciado el Gobierno federal para hacer frente al “shock” financiero del 2010 son equivocadas y lo único que lograrán será alargar aún más la crisis que estamos experimentando.

Y es importante decirlo así con todas sus letras, para que la próxima administración estatal no cometa el mismo error y busque la forma de que Sonora tenga una suerte diferente a la que seguramente experimentará el País el próximo año.

Pero vamos por partes, ¿cuáles son las medidas que ha anunciado el Gobierno hasta ahora? Y si son tan nocivas para la salud de la economía ¿por qué las considera? ¿De dónde las tomó o qué receta sigue?

El martes pasado el Presidente Felipe Calderón señaló que el 2010 el Gobierno federal aplicará un “severo” plan de austeridad, que de acuerdo con expertos significará un recorte presupuestal de alrededor de 300 mil millones de pesos, respecto al presupuesto de este 2009.

Esto adicional al recorte de 50 mil millones que ya se aplicó este año y que por cierto disminuyó la inversión en infraestructura y “mochó” en un 50% el plan anticrisis del Gobierno federal anunciado a inicios de este año.

Además el Presidente indicó que se reestructuraría el Gobierno ya sea fusionando o desapareciendo dependencias y secretarías.

Otra medida que ya se ha dejado ver, es la posibilidad de realizar una reforma fiscal con mayores o incluso nuevos impuestos para el próximo año.

Sin duda el Gobierno tiene un grave problema derivado de la caída de los ingresos de las ventas petroleras y del desplome de la recaudación, pero esta no es la manera de solucionarlo, ya que las medidas que se piensa adoptar son recesivas y en la coyuntura histórica por la que atraviesa el país, sólo terminarán por estrangular más a la economía y derrumbar más la recaudación.

El recorte severo al gasto tendrá un efecto que disminuirá la demanda general en la economía, lo que producirá una reducción o incluso contracción del crecimiento.

Si a esto se suma que se ha recortado el plan anticrisis y para el próximo año disminuiría la inversión en infraestructura, esto terminaría por apagar uno de los pocos motores que generan crecimiento y movilidad en la economía en estos momentos.

Adicionalmente esto deteriorará la infraestructura ya existente en el País y terminará por afectar nuestra competitividad.

En este momento, por el contrario El Fondo Monetario Internacional y el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, recomiendan a todos los países del mundo extender o relanzar para 2010 nuevas versiones de planes anticrisis, a fin de asegurar el regreso del crecimiento a sus economías. Pero por lo visto nosotros iremos en sentido contrario totalmente.

Además el alza de los impuestos o nuevos gravámenes provocaría una contracción en el consumo y la inversión privada, lo que tendría un efecto recesivo extra que debilitaría aún más a la economía mexicana.

Sin duda, si para 2010 se esperaba un mugroso crecimiento de 2%, de concretarse todas estas medidas, en el mejor de los casos el crecimiento será cero, si no es que negativo.

Toman la receta de 1995

¿Pero por qué y de dónde se está tomando esta receta para tratar de enfrentar el “shock” financiero del 2008?

Desde mi personal punto de vista, el Gobierno federal está tratando de igualar lo hecho en la crisis de 1995.

En ese entonces, Zedillo redujo el gasto y elevó el IVA para aliviar las dañadas finanzas del Gobierno federal. El objetivo era que México ganara de nuevo la confianza de inversionistas y organismos internacionales, a fin de conseguir préstamos externos y el regreso de capitales a la economía.

Pero como ya lo hemos dicho, en aquel entonces las condiciones eran diferentes: La crisis sólo era de confianza en el País y el mundo no estaba paralizado, iniciaba el TLC y el “boom” exportador de México, éramos más competitivos y la clave para recuperarnos estaba en que el Gobierno federal fuera de nuevo confiable para organismos e inversionistas extranjeros.

Hoy en cambio estamos en la crisis mundial más aguda de los últimos 80 años, Estados Unidos está en recesión y tardará en recuperarse, por lo que lo único que nos queda para reactivarnos es incentivar nuestro mercado interno e invertir de forma histórica en infraestructura y la competitividad del País.

En vez de recortar el gasto del plan anticrisis deberíamos fortalecerlo, crear el plan más grande de infraestructura de nuestra historia, invertir como nunca en educación y salud, y desde luego reducir al máximo el gasto corriente del Gobierno.

Deberíamos estar pensando en una reforma fiscal que se enfoque en acabar con la evasión fiscal y la economía informal y que eleve la recaudación aumentando la base de contribuyentes, no ahorcando a los mismos.

Si el Gobierno federal utilizará en el combate a la evasión fiscal sólo la mitad de la fuerza y determinación con que combate a la delincuencia organizada, las finanzas del País estarían mucho mejor.

Y para esto sería indispensable una reforma fiscal que facilite al máximo el pago de impuestos, de manera que para cualquier mexicano fuera sencillo cumplir con sus obligaciones realizando un cálculo básico y fácil, sin la necesidad de contratar contadores o incluso abogados fiscalistas.

Se está cometiendo un grave error, y si seguimos por este camino el próximo año continuaremos en recesión y la recuperación incipiente vendrá hasta 2011 en el mejor de los casos.

El nuevo Gobierno estatal, aunque sea del mismo partido que el del Presidente, definitivamente no debe seguir este ejemplo en Sonora o los resultados iniciales de la nueva administración podrían ser desastrosos.

Alejandro Romero.
Economista y Jefe de Redacción de Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo financiero y de negocios.
Comentarios:
elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx

miércoles, 12 de agosto de 2009

Hermosillo ¿la ciudad más cara de México?


Alejandro Romero

Es para dar coraje… Hermosillo es una de las ciudades donde más suben los alimentos en todo México.

Nada más para que se dé una idea, en lo que va del año aquí en la capital del Estado han subido el doble de lo que han aumentado en el Distrito Federal (DF).

Y que no nos vengan con el cuento de que no nos podemos comparar con el DF, porque allá es el centro industrial del País. Sí lo podemos hacer, y es indignante que allá todo se mantenga estable y aquí suba y suba.

También si nos comparamos con Tijuana, que está mucho más lejos que nosotros del Centro del País, y que además este 2009 ha sufrido el impacto de la devaluación del peso, allá también han aumentado menos los precios de los alimentos en comparación a nosotros.

De acuerdo con cifras del Banco de México, de enero a julio de este año, los precios de los alimentos en Hermosillo han aumentado un 4% en promedio, prácticamente lo mismo que todo el aumento anual autorizado a los salarios mínimos.

En cambio en el DF los alimentos sólo subieron 2%, mientras que en Tijuana el incremento de sus precios fue de sólo 3%.

Vámonos a ejemplos más específicos, para que vea en qué se traduce que los precios de los alimentos en Hermosillo, suban al doble en comparación con el DF.

De acuerdo con datos de Banxico, en los primeros siete meses del 2009, el precio del pescado en Hermosillo aumentó un 30%, mientas que en Tijuana sólo subió 5%. Esto a pesar de que Sonora es uno de los principales productores pesqueros y acuícolas de México.

Otro ejemplo: el maíz en Hermosillo ha subido un 19% en lo que va del año, en Tijuana sólo 7% y en el DF sólo 10%. El chorizo 12% aquí, 6% en el DF y 5% en Tijuana.

Otro aumento sin ton ni son: La cerveza en Hermosillo se ha incrementado en un 11%, contra el 5% que se ha presentado en Tijuana y el 6% en el DF. Esto pese a que Sonora cuenta con plantas productoras de cerveza que abastecen al Noroeste del País.

La tortilla de maíz, tan importante en la alimentación de cualquier mexicano, incluso ya de muchos sonorenses, aquí ha subido 10% y en el DF sólo 3%.

Con el pan de caja y las tortillas de harina se repite la historia; tenemos una importante producción de trigo y tenemos plantas procesadoras de estos alimentos, y aún así los precios de estos productos en Hermosillo suben al doble que en otros rincones de México.

No se vale
Insisto. Alguien, ya sea Profeco, Sagarpa o Sagarhpita, Economía estatal o federal o todos en conjunto, deben retomar este asunto porque se está impactando seriamente a la economía familiar de los sonorenses.

Como lo comentamos la semana pasada, esto está afectando duramente a un tercio de los sonorenses que tienen ingresos menores a los 3 mil pesos mensuales y con mayor razón está impactando a un 10% de la población, que gana menos de mil 500 pesos al mes.

En la clase media y media baja que gana entre 3 mil y 8 mil pesos al mes, y que representa a un 50% de los sonorenses, desde luego que esto también tiene serios efectos, ya que aunque sigue en posibilidades de adquirir la despensa básica, el hecho de destinar mayor parte de su ingreso al gasto del súper, limita la posibilidad de comprar otros bienes y servicios que le dan agilidad y vida al resto de la economía.

Es decir, estos aumentos desmedidos de los precios, además de enviar a la pobreza a más sonorenses de bajos ingresos de la mano de la crisis, también podrían convertirse en un factor que estanque el crecimiento de la economía estatal en su conjunto, de ahí que es importante que se tomen cartas en el asunto.

Esta alza “inusual” de precios en Hermosillo y en Sonora sólo puede ser producto de tres cosas: Problemas de abasto en ciertos productos, problemas de distribución y por especulación.

Si el problema es de abasto o de distribución, el Gobierno y los empresarios deben preocuparse por conseguir nuevos mercados para la adquisición de los alimentos.

También es necesario analizar qué tanto influye el aumento del diesel, insumos agropecuarios y los costos del flete. Y de ser necesario, es importante establecer medidas que propicien una mayor estabilidad de precios en los costos de los alimentos que consumen los sonorenses.

No es a través de un control de precio cómo se lograría detener esta escalada, ya que esto en vez de ayudar alienta la especulación y el acaparamiento, además de que crea un “jugoso” mercado negro evasor de impuestos.

El camino es propiciar que los costos de la producción y distribución de los alimentos se mantengan estables y no haya alzas que se carguen posteriormente a cuenta de los consumidores. También buscar que Sonora tenga un abanico de opciones de mercados para adquirirlos.

Pero a como están los aumentos, la realidad es que muchos no parecen estar justificados por ninguna razón y todo indica que hay especulación.

De ser así, sería importante contar con una regulación más estricta en la materia, que castigue y frene de golpe a quienes intenten lucrar indebidamente con la alimentación de los sonorenses, porque esto de verdad no se vale y puede acarrear muchos problemas sociales a futuro.

Alejandro Romero.
Economista y Jefe de Redacción de Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo financiero y de negocios.
Comentarios:
elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx

martes, 4 de agosto de 2009

Se “disparan” precios en Hermosillo; es inminente un alza de la pobreza en Sonora


Alejandro Romero

La crisis económica sigue haciendo de las suyas, y además de provocar la pérdida de miles de empleos en Sonora, viene acompañada de una descomunal escalada de precios de alimentos básicos, lo que sin duda elevará en el corto plazo los niveles de pobreza en el Estado.

Pero vamos por partes.

La primera mala noticia es que de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), de enero a la primera quincena de julio de este año, los precios de los alimentos en Hermosillo ya han aumentado en promedio un 4%.

En otras palabras, en sólo seis meses los aumentos en los precios de los alimentos prácticamente “devoraron” el incremento que se autorizó al salario mínimo para todo el 2009.

Lo peor es que hay productos básicos, de primerísima necesidad, que han subido mucho más que un 4% y su aumento está propinando un duro golpe a la economía de los hermosillenses.

Un caso es el pescado, que en promedio ha subido en todos sus tipos en un 34%, de enero a la primera quincena de julio de este año.

Luego productos como el maíz y el azúcar han aumentado un 18%, el pollo y el puré de tomate un 15%, y además el chorizo, el atún y el camarón un 12%.

Ni los borrachines se salvan de esta escalada de precios, pues la cerveza ha subido un 11% en lo que va del 2009. No obstante, se siguen viendo a reventar los expendios y las tiendas de conveniencia los fines de semana, pero en fin, ése es otro tema.

Tampoco está de más decir que el jamón, el frijol, el queso, las tortillas de maíz, las salchichas y el pan de caja, han aumentado su costo entre un 6 y hasta un 11% en el mismo lapso.

Per además es importante recordar que estos aumentos no comenzaron este año, sino en 2008, por lo que las familias hermosillenses llevan un año y medio dándose tremendos sustos cada vez que van al super.

Y no es para menos. Un ejemplo es el frijol que de enero del 2008 a la primera quincena de julio de este año acumula una espectacular alza del 48%. Otro caso son las salchichas, que en Hermosillo han subido en año y medio un 37%, mientras que el maíz lo ha hecho en un 35%. Y así hay una larga lista de productos cuyos aumentos superan el 20% y nunca faltan cada vez que se va al mandado.

Para preocupar
Esto sin duda debe indignarnos, pues nada parece justificar tales incrementos, que principalmente se han dado en nuestra ciudad y no así en otras metropolis importantes del país.

Pero además, esto también debe preocuparnos seriamente, pues estos incrementos en productos básicos, en combinación con la pérdida de empleos y oportunidades que ha generado la crisis económica, sin duda elevará los niveles de pobreza en Sonora rápidamente durante los próximos meses.

Hay que recordar que además de los 7 mil empleos que se han perdido en Sonora en lo que va del 2009, cada año se incorporarán 25 mil sonorenses más al mercado laboral, principalmente universitarios, lo que se traduce en un rezago de empleo para el Estado de 32 mil plazas, sólo en este año. En otras palabras 32 mil personas, quizás muchas cabezas de familia, que este año salen al mercado laboral a buscar empleo, y simplemente no lo encuentran.

¿Pero por qué digo que estas alzas en los alimentos podrían convertirse en un factor que dispare aceleradamente la pobreza en Sonora, si son sólo unos cuantos puntos porcentuales de más? ¿a caso estoy exagerando? Lamento decirle que no. Déjeme le explico por qué.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en Hermosillo un 33% de la Población Económicamente Activa (las personas que pueden trabajar) tienen ingresos van de cero a no más de 3,200 pesos mensuales.

De estos, una tercera parte gana menos de mil 600 pesos al mes, es decir, unos 4 dólares al día. ¿Se imagina sobrevivir con menos de 4 dólares diarios (53 pesos)?

Pero sobre todo, imagine que con esos 53 pesos al día debe al menos comprar un kilo de frijol, que hace un año y medio valía 10 pesos y hoy ya cuesta poco más de 20 pesos. Súmele un kilo de tortillas que a la mejor hace un año y medio las encontraba a 8 ó 10 pesos, y hoy las encuentra a 13 o 15 pesos.

Pues le tengo noticias: así es cómo sobrevive al menos un 10% de las familias de Hermosillo, con sólo 4 dólares al día, menos de 53 pesos diarios.

Sólo con estos dos ejemplos, creo que es fácil entender la magnitud del problema que enfrentamos con esta escalada de precios en Hermosillo y en Sonora.

Es ahora de que alguien, quien sea… Profeco, Secretarías de Economía estatal o federal, Sagarpa y la Sagarpita, haga algo. Tenemos que buscar la forma de evitar que siga esta escalada.

Desde luego que no es con un control de precios como se soluciona, pero sí al menos se tiene que analizar si es un problema de abasto, si es un problema de costos o si es de especulación, y en su caso buscar las soluciones más adecuadas que favorezcan la estabilidad de los precios de los alimentos.

El hecho de que suba la pobreza en el Estado y que cada vez más sonorenses vayan a tener problemas para comprar la comida diaria que necesitan, no es algo menor, debe ser incluso una prioridad de seguridad estatal y nacional, pues de ignorarse este asunto, los problemas económicos, educativos, de salud e incluso de seguridad pública, podrían multiplicarse en los próximos meses. Ojo, mucho ojo.

Alejandro Romero
Economista y Jefe de Redacción de Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo de financiero y de negocios.
Comentarios:
elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx