Alejandro Romero
La inminente aprobación de un Paquete Fiscal recaudatorio y recesivo a nivel federal, hace indispensable que en Sonora tomemos medidas para asegurar que en el Estado, a diferencia del resto del País, sí se presente una verdadera recuperación económica en 2010.
El presidente Felipe Calderón y los legisladores del PRI y del PAN están a apunto de tomar un camino equivocado, donde se pondrá en riesgo la recuperación para el próximo año.
Con un aumento al IVA y al ISR o un “gasolinazo”, además de mayores impuestos a la cerveza, los juegos de azar, las telecomunicaciones, y el tabaco, tal vez se podrá tapar el “hueco” en las finanzas del Gobierno federal, pero esto será a cambio de desincentivar las inversiones, golpear a sectores claves de la economía, y dar un duro golpe a la clase media del país.
Como ya lo hemos mencionado, en 2010 las inversiones extranjeras y las exportaciones continuarán sin representar un motor para el crecimiento, ya que las economías del mundo continuarán pasando por momentos difíciles.
La única posibilidad de crecer se dará estimulando el mercado interno, principalmente a la clase media y la inversión en infraestructura gubernamental, ya que la inversión privada continuará “apagada” mientras no existan mejores condiciones de mercado para las empresas.
No obstante, el Gobierno federal y los diputados parecen no entender la situación.
En vez de haberse concentrado en un plan de austeridad severo en el gasto corriente, prefirieron que los mexicanos sean los que se ajusten el cinturón.
Para que se dé una idea, de 2000 al 2009 el gasto programable del Gobierno federal creció en un 47% en términos reales, descontando la inflación, por lo que pasó de representar un 14% del Producto Interno Bruto a un 19% este año.
Además, de acuerdo con la OCDE, el Gobierno mexicano es el que más gasta en nómina de los países que están en dicho organismo, pues un 80% de su presupuesto se destina a cubrir sueldos de la burocracia.
¿Que no hay margen para recortar? Claro que lo hay, pero ni el Congreso, ni el Gobierno federal quieren asumir los costos de la crisis ni mucho menos deshacerse de sus privilegios.
El caso de Sonora
Ante esto, es vital que Sonora reaccione o de lo contrario podríamos ver lejana la posibilidad de una recuperación económica para el próximo.
Por eso en 2010, creo que deberían de considerarse varias medias, a fin de favorecer a la clase media del Estado y la inversión pública en infraestructura, con la idea de convertirlos en el motor de la recuperación.
Todas estas medidas podrían entrar dentro de un gran Pacto para la Estabilidad y la Recuperación Económica de Sonora, el cual puede concertarse con los sectores productivos, a fin de generar confianza de cara al próximo año.
¿Qué podría considerar este pacto?
1.- Reducir severamente el gasto corriente del Gobierno estatal. Además de reducir la nómina estatal, también deben considerarse esquemas novedosos para elevar la eficiencia del Presupuesto del Gobierno. Por ejemplo, buscar mecanismos novedosos para bajar los costos de las licitaciones públicas. Otro punto ¿se imagina cuánta basura genera al año el Gobierno estatal? ¿Cuántos de esos desechos son papel, plásticos o desechos orgánicos? ¿Hay a caso un programa para separar la basura gubernamental, que permita aprovechar los desechos que se puedan vender a empresas recicladoras y esto genere a su vez ingresos para el Estado? Como ve usted, aquí habría mucho por hacer.
2.- Incrementar al doble el gasto en infraestructura. La reducción en el gasto corriente debe reflejarse íntegramente en un aumento del gasto en infraestructura. En 2009 se invirtieron alrededor de 4 mil millones de pesos en este rubro. Elevarlo a 8 mil millones en 2010 suena ambicioso, pero es necesario y posible.
2.- Desechar la posibilidad de aumentos a impuestos, derechos y tarifas públicas estatales y municipales en 2010. Nosotros no debemos cometer el mismo error que a nivel federal. Incluso debemos ir más allá, y “congelar” sólo en 2010 las tarifas de transporte urbano, agua, predial, licencias y permisos, entre otros cobros. En este punto debería considerarse seriamente la eliminación, aunque sea gradual, de la tenencia vehicular.
3.- Dar una amnistía general a los contribuyentes. La crisis ha golpeado gravemente los bolsillos de la población y muchos han dejado el pago de impuestos, prediales y tenencia para una mejor ocasión. Sin embargo los excesivos gastos de cobranza, multas, recargos y demás, desincentivan a los contribuyentes a ponerse de nuevo al corriente. Considerando la situación, debería otorgarse un “perdón” fiscal a todos aquellos contribuyentes que cumplan en tiempo y forma con sus pagos correspondientes al 2010.
4.- Permitir el pago de impuestos en “especie” a empresas en emergencia. Aunque el próximo año se presente una ligera recuperación, muchas empresas seguirán al borde de la bancarrota y salvar sus empleos debe ser una prioridad. Así por ejemplo, constructoras podrían realizar obras para el Gobierno a un costo bajo, mueblerías podrían surtir de mobiliario a precios de fábrica, en fin. Este mecanismo podría ser un “ganar–ganar” para Gobierno y contribuyentes.
5.- Aumentos moderados en precios. A cambio de estos beneficios, la iniciativa privada estatal debe comprometerse a mantener en lo posible la estabilidad de precios, en especial en alimentos.
6.- Cero huelgas. Por su parte, los sindicatos también deben poner su granito de arena, y comprometerse a no generar huelgas el próximo año, a fin de cuidar su fuente de empleo y evitar que se ahuyenten posibles inversiones.
Con todas estas medidas, Sonora podría fortalecer a su clase media y sobre todo mejorar el clima de negocios y confianza para 2010, lo que podría encaminarnos a una recuperación sólida, que se convierta a partir de 2011 en un crecimiento vigoroso y sostenido.
Alejandro Romero.
Economista y Jefe de Redacción del Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo financiero y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx
Blogspot: http://alexromeroayala.blogspot.com/
La inminente aprobación de un Paquete Fiscal recaudatorio y recesivo a nivel federal, hace indispensable que en Sonora tomemos medidas para asegurar que en el Estado, a diferencia del resto del País, sí se presente una verdadera recuperación económica en 2010.
El presidente Felipe Calderón y los legisladores del PRI y del PAN están a apunto de tomar un camino equivocado, donde se pondrá en riesgo la recuperación para el próximo año.
Con un aumento al IVA y al ISR o un “gasolinazo”, además de mayores impuestos a la cerveza, los juegos de azar, las telecomunicaciones, y el tabaco, tal vez se podrá tapar el “hueco” en las finanzas del Gobierno federal, pero esto será a cambio de desincentivar las inversiones, golpear a sectores claves de la economía, y dar un duro golpe a la clase media del país.
Como ya lo hemos mencionado, en 2010 las inversiones extranjeras y las exportaciones continuarán sin representar un motor para el crecimiento, ya que las economías del mundo continuarán pasando por momentos difíciles.
La única posibilidad de crecer se dará estimulando el mercado interno, principalmente a la clase media y la inversión en infraestructura gubernamental, ya que la inversión privada continuará “apagada” mientras no existan mejores condiciones de mercado para las empresas.
No obstante, el Gobierno federal y los diputados parecen no entender la situación.
En vez de haberse concentrado en un plan de austeridad severo en el gasto corriente, prefirieron que los mexicanos sean los que se ajusten el cinturón.
Para que se dé una idea, de 2000 al 2009 el gasto programable del Gobierno federal creció en un 47% en términos reales, descontando la inflación, por lo que pasó de representar un 14% del Producto Interno Bruto a un 19% este año.
Además, de acuerdo con la OCDE, el Gobierno mexicano es el que más gasta en nómina de los países que están en dicho organismo, pues un 80% de su presupuesto se destina a cubrir sueldos de la burocracia.
¿Que no hay margen para recortar? Claro que lo hay, pero ni el Congreso, ni el Gobierno federal quieren asumir los costos de la crisis ni mucho menos deshacerse de sus privilegios.
El caso de Sonora
Ante esto, es vital que Sonora reaccione o de lo contrario podríamos ver lejana la posibilidad de una recuperación económica para el próximo.
Por eso en 2010, creo que deberían de considerarse varias medias, a fin de favorecer a la clase media del Estado y la inversión pública en infraestructura, con la idea de convertirlos en el motor de la recuperación.
Todas estas medidas podrían entrar dentro de un gran Pacto para la Estabilidad y la Recuperación Económica de Sonora, el cual puede concertarse con los sectores productivos, a fin de generar confianza de cara al próximo año.
¿Qué podría considerar este pacto?
1.- Reducir severamente el gasto corriente del Gobierno estatal. Además de reducir la nómina estatal, también deben considerarse esquemas novedosos para elevar la eficiencia del Presupuesto del Gobierno. Por ejemplo, buscar mecanismos novedosos para bajar los costos de las licitaciones públicas. Otro punto ¿se imagina cuánta basura genera al año el Gobierno estatal? ¿Cuántos de esos desechos son papel, plásticos o desechos orgánicos? ¿Hay a caso un programa para separar la basura gubernamental, que permita aprovechar los desechos que se puedan vender a empresas recicladoras y esto genere a su vez ingresos para el Estado? Como ve usted, aquí habría mucho por hacer.
2.- Incrementar al doble el gasto en infraestructura. La reducción en el gasto corriente debe reflejarse íntegramente en un aumento del gasto en infraestructura. En 2009 se invirtieron alrededor de 4 mil millones de pesos en este rubro. Elevarlo a 8 mil millones en 2010 suena ambicioso, pero es necesario y posible.
2.- Desechar la posibilidad de aumentos a impuestos, derechos y tarifas públicas estatales y municipales en 2010. Nosotros no debemos cometer el mismo error que a nivel federal. Incluso debemos ir más allá, y “congelar” sólo en 2010 las tarifas de transporte urbano, agua, predial, licencias y permisos, entre otros cobros. En este punto debería considerarse seriamente la eliminación, aunque sea gradual, de la tenencia vehicular.
3.- Dar una amnistía general a los contribuyentes. La crisis ha golpeado gravemente los bolsillos de la población y muchos han dejado el pago de impuestos, prediales y tenencia para una mejor ocasión. Sin embargo los excesivos gastos de cobranza, multas, recargos y demás, desincentivan a los contribuyentes a ponerse de nuevo al corriente. Considerando la situación, debería otorgarse un “perdón” fiscal a todos aquellos contribuyentes que cumplan en tiempo y forma con sus pagos correspondientes al 2010.
4.- Permitir el pago de impuestos en “especie” a empresas en emergencia. Aunque el próximo año se presente una ligera recuperación, muchas empresas seguirán al borde de la bancarrota y salvar sus empleos debe ser una prioridad. Así por ejemplo, constructoras podrían realizar obras para el Gobierno a un costo bajo, mueblerías podrían surtir de mobiliario a precios de fábrica, en fin. Este mecanismo podría ser un “ganar–ganar” para Gobierno y contribuyentes.
5.- Aumentos moderados en precios. A cambio de estos beneficios, la iniciativa privada estatal debe comprometerse a mantener en lo posible la estabilidad de precios, en especial en alimentos.
6.- Cero huelgas. Por su parte, los sindicatos también deben poner su granito de arena, y comprometerse a no generar huelgas el próximo año, a fin de cuidar su fuente de empleo y evitar que se ahuyenten posibles inversiones.
Con todas estas medidas, Sonora podría fortalecer a su clase media y sobre todo mejorar el clima de negocios y confianza para 2010, lo que podría encaminarnos a una recuperación sólida, que se convierta a partir de 2011 en un crecimiento vigoroso y sostenido.
Alejandro Romero.
Economista y Jefe de Redacción del Informativo Entre Todos, con más de 12 años de experiencia en el periodismo financiero y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com y alejandroromero@entretodos.com.mx
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