Alejandro
Romero
Debido
a los nuevos impuestos federales y los gasolinazos, los consumidores sonorenses
enfrentaron en enero de este 2014 la peor cascada de aumentos desde el año
2002, esto de acuerdo con cifras oficiales de Inegi.
Y es que en enero pasado, la
inflación en Hermosillo fue de 0.86%, la más alta para un mes de enero en 12
años.
Este repunte de la inflación
se debe a los incrementos que registraron productos como los refrescos, los
concentrados para bebidas, las papas fritas y entre otros productos, a causa de
los impuestos especiales que les aplicaron a partir de este año, a propuesta
del Gobierno federal y con la aprobación de los diputados y senadores del PRI,
Partido Verde y parte del PRD.
También han tenido un efecto
importante en la inflación los incrementos que han registrado algunas frutas y
verduras y el alza mensual de energéticos como el gas LP, la electricidad y las
gasolinas.
Los productos que más
subieron en Hermosillo durante enero fueron: El limón con un alza de 42.6%,
pepino 35.6%, plátano 28.5%, concentrados para refrescos 13.2%, papa 12.6%,
refrescos envasados 10.2%, la harina de maíz 7.6%, tostadas 7.2%, papas fritas
7.1% y la gelatina en polvo 6.6%.
Los aumentos en estos
productos duplicaron y en algunos casos triplicaron el incremento de 3.9% que
registró en salario mínimo para este 2014.
En otras palabras, esto
significa que el aumento a los salarios mínimos para este año quedó
prácticamente nulificado con los incrementos registrados durante el primer mes
del 2014.
A nivel nacional, la
inflación de enero fue de 0.89%, y de forma anualizada se ubicó en 4.5%, luego
de que en octubre de 2013 había descendido a 3.4%.
Además la inflación
anualizada supera por más de medio punto porcentual el incremento de 3.9% que
tuvieron en este 2014 los salarios mínimos a nivel nacional.
Espanta
a consumidores
Estos aumentos han tenido un
serio impacto en la confianza de los consumidores.
De acuerdo con Inegi,
durante enero la confianza del consumidor en México registró una caída de 15% y
se situó en su nivel más bajo desde principios de 2010.
En otras palabras, los mexicanos
son pesimistas sobre el futuro de su economía y la del país, y desde luego
sienten que no han mejorado sus finanzas en el último año.
Por esto, consideran evitar
la compra de bienes duraderos como televisiones, lavadoras, muebles, entre
otros artículos. Están ajustándose en cinturón en palabras más llanas.
Pero en cambio, el Gobierno
federal trae el cinturón bastante suelto y gastó más de 10 millones de pesos en
el concierto de la “Cruzada contra el Hambre”. También despilfarró casi 100
millones de pesos en un solo medio impreso de circulación nacional para
promocionar las “bondades” de la reforma energética.
Como lo dijimos hace meses,
la reforma fiscal propuesta por el Gobierno federal tendría efectos
inflacionarios y recesivos, que iban a dañar el consumo y la economía de las
familias.
Los números no mienten, ahí
están algunos de los primeros resultados oficiales de la “desastrosa” reforma
fiscal y cuidado porque esto apenas comienza.
Alejandro
Romero.
Economista
y analista financiero con más de 16 años de experiencia en el periodismo
económico y de negocios.
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en Twitter: @AlexRomeroAyala
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