México ¿Un País de primer mundo?

Alejandro Romero

Se imagina que hoy los mexicanos gozáramos del mismo ingreso por habitante que tienen los coreanos, los irlandeses o los españoles, en otras palabras que hoy México fuera un País de primer mundo.

¿Cree que esto es una broma? o ¿Un sueño guajiro? Pues no, ni es broma ni un sueño, de hecho esto lo pudimos haber logrado en las últimas tres décadas sin ningún problema. Teníamos todo para hacerlo.

Lamentablemente grupos de poder político, sindical y económico se han encargado de frenar en estas últimas estas tres décadas las reformas estructurales que tanto necesita México y con las que hoy otro gallo nos cantaría.

No tengo la menor duda que si México hubiera hecho desde hace 20 o 30 años las reformas estructurales que requiere, hoy seríamos junto con China, una de las potencias económicas del siglo XXI.

¿En qué me baso para hacer esta fantástica afirmación? ¿He perdido el juicio a caso? No, me baso en lo que han logrado avanzar otros países que hace 20 o 30 años sí hicieron sus reformas y que hoy son potencia en diversas áreas.

Ahí le van los duros y fríos números:

De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 1980 Corea del Sur tenía un ingreso per cápita de sólo mil 674 dólares por persona, mientras que en México era de 3 mil 556 dólares.

Para 1995 en México habíamos bajado nuestro ingreso a 3 mil 107 dólares por persona, mientras que en Corea se disparó a los 11 mil 468 dólares, es decir, los coreanos en sólo quince años multiplicaron casi por 10 su ingreso per cápita, mientras que nosotros retrocedimos bajo la presidencia de los priistas José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y la primera parte del sexenio de Ernesto Zedillo.

En 2010, con todo y la crisis americana de 2008 y 2009, México al avanzó y tiene un ingreso per cápita de 9 mil 123 dólares por persona, no obstante, el de los coreanos ya es de 20 mil 757 dólares.

Si hoy los mexicanos tuviéramos un ingreso per cápita similar al de 20 mil dólares de los coreanos, entonces nuestra economía sería la sexta más grande del mundo y tendría un valor de 2.2 billones de dólares, lo que nos podría a la par de potencias como Gran Bretaña, Francia y Alemania.

Fluirían “ríos” de IED

Si hace 20 años México hubiera hecho una reforma laboral que hiciera flexible el mercado de trabajo y si hubiéramos realizado las reformas energéticas y de telecomunicaciones que permitieran el capital privado y extranjero en estos dos sectores, hoy México sería una potencia en la atracción de inversiones.

Otro ejemplo numérico: En 1985 China recibió Inversión Extranjera Directa por mil 659 millones de dólares, Brasil por su parte captaba mil 441 millones, mientras que a México llegaron capitales productivos por mil 984 millones, es decir, les ganábamos a China y Brasil.

Ahora en 2010, China recibió 185 mil millones y Brasil 48 mil millones, contra sólo 18 mil millones de México. China y Brasil reciben entre 10 y 5 veces más inversión que México.

Si tuviéramos niveles de inversión similares a Brasil, en vez de que se generaran 600 mil empleos al año en México, la cifra podría llegar fácilmente al millón o millón y medio, y el desempleo sería mínimo.

Si tuviéramos una reforma fiscal que facilitara al máximo el pago de impuestos y que grabara principalmente el consumo como se estila en los países más desarrollados, el Gobierno tendría recursos suficientes para garantizar infraestructura y servicios públicos y de salud de primer mundo.

Desgraciadamente por la falta de esta reforma, México es un País con un bajo nivel de recaudación, que a duras penas llega al 12% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en China es del 17%, en Brasil del 23%, y en países desarrollados como Alemania alcanza el 30%.

Si desde hace décadas hubiéramos reformado nuestro sistema educativo a fondo, y nos hubiéramos enfocado en el razonamiento lógico-matemático como ahora lo hace nuestro Estado, en México tendríamos mejores niveles educativos.

Para que se dé una idea, mientras en Hong Kong el 31% de los alumnos de educación básica tienen una alta habilidad matemática, en México sólo el 1% de los estudiantes tienen este mismo nivel de aprovechamiento.

Ahora que vienen las campañas presidenciales y que los partidos pedirán nuestro voto, es sumamente importante que usted reflexione lo siguiente:

¿Quiénes han sido los que se han opuesto sistemáticamente a las reformas laboral, energética, fiscal y educativa? ¿Qué partidos? ¿Qué personajes? Usted mismo póngale siglas, nombres y apellidos o apodos.

¿Quiénes han votado en contra de dichas reformas sólo para estar en posibilidades de ganar el poder o conservar privilegios económicos y sindicales?

¿Hoy piensa otorgarles su voto a esos grupos o partidos que han impedido que seamos una potencia mundial? México aún tiene todo para ser una potencia, pero antes debemos elegir al presidente y los legisladores que realmente quieren hacerlas. Ahí se la dejo de tarea.

Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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