Alejandro Romero
Tras la crisis del 2009 en Estados Unidos, en todo el mundo las tasas de desocupación, principalmente entre jóvenes, subieron aceleradamente. Y en algunos países de hecho aún van a la alza.
Por fortuna en la primera mitad de este 2011, Sonora logró resultados muy positivos en la materia y de hecho ya contamos con la tasa de desocupación más baja de todos los estados fronterizos del Norte del País.
Pero vamos por partes.
La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) dio a conocer que durante junio pasado la tasa de desocupación en Sonora se redujo de 6.06% a 5.64%.
De esta forma, la tasa de desempleo en el Estado disminuyó a su nivel más bajo en dos años, es decir, fue la menor tasa desde junio de 2009. Tan sólo en octubre de 2010 había alcanzado un nivel de 8.73%.
Además, en un solo mes descendió casi un medio punto porcentual. También vale la pena destacar que esta tasa se encuentra por debajo del 6.26% alcanzado por la entidad en junio del 2010.
Mientras tanto a nivel nacional, el desempleo subió a 5.42%, contra el 5.05% que había alcanzado durante el mismo mes del 2010.
Así, en comparación con el resto de los estados fronterizos, Sonora tuvo la tasa más baja, y además fue la segunda que más se redujo en el último año, junto con Coahuila.
Por el contrario, en entidades como Tamaulipas, el desempleo supera el 8% y va en ascenso, lo que al parecer se debe a los problemas de seguridad y crimen organizado que enfrenta esa entidad.
Pero ¿por qué bajó el desempleo en Sonora, mientras que en Estados Unidos y a nivel nacional va a la alza? Aquí va la explicación.
De acuerdo con cifras del IMSS, entre 2010 y el primer semestre del 2011, se han creado en el Estado cerca de 46 mil nuevos empleos formales, estos exclusivamente a cargo del sector privado de la entidad.
También según cifras del último Censo de Población y Vivienda, en Sonora cada año se incorporan al mercado de trabajo un promedio de entre 24 mil y hasta 28 mil personas, principalmente jóvenes.
Por lo tanto, en los últimos 16 meses (de enero del 2010 a junio del 2011) se han incorporado entre 36 mil y 42 mil jóvenes al mercado de trabajo.
Entonces, las empresas formales del Estado han creado entre 4 mil y hasta 10 mil empleos por encima de la necesidad anual de empleo del Estado, lo que ha cubierto de forma sobrada el aumento de la Población Económicamente Activa, por parte de los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo.
A esto habría que sumar los empleos creados por el sector público federal, estatal y municipal, que aunque no son muchos, si vienen a engrosar el “superávit” de empleo que se ha dado en los últimos meses.
No falta quién se pregunte lo siguiente: Si este excedente de empleos se viene dando desde 2010, ¿Por qué subió el desempleo durante buena parte del año pasado?
Como ya lo hemos dicho, la crisis del 2009 en Estados Unidos fue una de las más severas de la historia moderna y esto propició que a finales de la pasada administración estatal, para ser exactos entre noviembre de 2008 y junio de 2009, se perdieran en Sonora cerca de 35 mil empleos.
Además, a estos empleos perdidos hay que sumar a los jóvenes que se incorporaron al mercado de trabajo entre 2008 y 2010, por lo que no es de extrañar que entre inicios de 2008 y todavía a mediados de 2010 el desempleo se haya disparado de un 3% hasta un 8.7%. Era algo bastante lógico e hasta cierto punto inevitable.
Lo importante es que desde finales de 2010 y durante la primera mitad de este 2011 se le ha dado la vuelta a la “tortilla” y el desempleo ha bajado de manera más que importante.
¿Seguirá a la baja el desempleo a pesar de la desaceleración en Estados Unidos? Se antoja difícil, pero tampoco imposible.
No obstante, si en los próximos meses, como ha sucedido hasta hoy, siguen generándose nuevos empleos en el Estado, entonces al menos la desocupación se mantendrá estable.
Así, una vez que retorne el crecimiento a Estados Unidos, podríamos ver nuevamente una tendencia pronunciada a la baja en la desocupación, lo que desde luego nos conviene como Estado y como sociedad.
Breve receso
Aprovecho para comentarle estimado lector, que su servidor tomará vacaciones las próximas dos semanas, por lo que esta columna quedará en receso durante el mismo periodo. Pero si Dios nos lo permite, pronto estaremos de vuelta nuevamente. Hasta pronto.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com
Sígueme en Twitter: @AlexRomeroAyala
La Sombra Telemax 31 de agosto del 2015
Comentario económico de Alejandro Romero 1 de julio del 2015
lunes, 25 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
¿Habrá una nueva recesión en EU?
Alejandro Romero
En los últimos días una pregunta atormenta al mundo ¿habrá una nueva recesión en Estados Unidos? ¿Se avecina otra “tormenta” económica similar o peor a la del 2009?
Por ahora esta pregunta es imposible de responder con certeza… pero si es posible imaginar algunos escenarios y prepararnos ante ellos.
Desde hace semanas el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido que si los congresistas republicanos no le aprueban un mayor endeudamiento entonces podría avecinarse una crisis peor a la del 2009.
Esto, sumado a la desaceleración económica que muestra ese país desde inicios de año, ha generado gran incertidumbre entre inversionistas y analista internacionales.
¿Por qué? La razón es que el Gobierno americano gasta mucho más de los ingresos que obtiene, es decir tiene un alto déficit presupuestal, pero además es el Gobierno más endeudado del planeta, por lo tanto requiere todavía de más deuda para poder cumplir con sus compromisos.
Necesita dinero prestado, entre otras cosas, para seguir manteniendo su aparato militar, sus ocupaciones en Iraq y Afganistán y desde luego para el pago de sus “abonos” a los países y bancos que le han prestado.
De no elevar su endeudamiento, se especula que Estados Unidos podría caer en una “moratoria” en el pago de su deuda, como nos pasó a nosotros en México durante 1982 con López Portillo. Esto, desde luego tendría consecuencias devastadoras para la economía americana e internacional.
El hecho de que Estados Unidos no pudiera cumplir con sus compromisos metería al sistema financiero internacional en una crisis difícil de imaginar. La confianza se derrumbaría y las consecuencias para el mundo serían devastadoras.
Obviamente, se espera que impere la cordura en los congresistas republicanos, y finalmente den su aprobación para un mayor endeudamiento del Gobierno. La fecha límite para su aprobación es el próximo 2 de agosto.
La buena noticia es que los republicanos han dejado ver la posibilidad de aprobar un mayor endeudamiento, a cambio de que Obama aplique recortes presupuestales a partir del 2012.
Obviamente, los republicanos quieren que de todo esto Obama salga debilitado, y asegurar así su regreso al poder en las próximas elecciones.
Mediáticamente parece que se ha concluido que si Obama obtiene lo que quiere la emergencia habrá pasado, lo cual es de mi punto de vista es falso.
Déjeme le explico por qué.
Si bien la aprobación de mayor deuda para el Gobierno de Estados Unidos salvaría a ese país y al mundo de una profunda crisis, quizás peor a la del 2009, el hecho es que ese país se viene desacelerando desde marzo.
Por lo tanto pase lo que pase en el congreso americano, la desaceleración seguirá ahí, y como vimos en junio pasado, parece ser más profunda de lo que se pensaba.
Los escenarios
Basado en todas estas consideraciones, hay tres escenarios posibles:
-Escenario positivo. El congreso americano apoya un mayor endeudamiento para el Gobierno de Obama, sin exigirle grandes recortes presupuestales en 2012. Esto inyecta confianza a los inversionistas y consumidores estadounidenses e impulsa poco a poco la recuperación económica en ese País. Para finales de 2011 se considera superada la emergencia, y la economía americana comienza a crecer de nuevo a buen ritmo.
-El moderado. El congreso americano aprueba un mayor endeudamiento, pero condicionado a que Obama aplique importantes recortes presupuestales a partir de 2012. La confianza retorna de manera moderada entre inversionistas y consumidores. La desaceleración se prolonga hasta inicios del 2012, y los recortes presupuestales exigidos a Obama tienen un efecto depresivo en la economía americana, por lo que el crecimiento de ese país se mantiene entre bajo y moderado.
-El negativo. El congreso americano niega un mayor endeudamiento a Obama, por lo que su Gobierno se ve obligado a recortar gasto y elevar impuestos para poder recuperar sus finanzas. En tanto estas medidas se concretan, su Gobierno aplica una moratoria de corto plazo al pago de su deuda. La confianza de los inversionistas y consumidores se desploma. Esto, sumado a los recortes presupuestales y el alza de los impuestos, llevan a la economía americana a una nueva recesión que contagia al mundo entero.
Sin duda este último escenario es aterrador, y aunque no se considera el más probable, la realidad es que está latente y hasta que no se elimine por completo, el mundo seguirá conteniendo el aliento.
Y aún así, la realidad es que después del 2 de agosto la desaceleración seguirá ahí, por lo que tampoco hay que esperar soluciones o mejorías “mágicas” para la difícil situación que vive la economía americana.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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En los últimos días una pregunta atormenta al mundo ¿habrá una nueva recesión en Estados Unidos? ¿Se avecina otra “tormenta” económica similar o peor a la del 2009?
Por ahora esta pregunta es imposible de responder con certeza… pero si es posible imaginar algunos escenarios y prepararnos ante ellos.
Desde hace semanas el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido que si los congresistas republicanos no le aprueban un mayor endeudamiento entonces podría avecinarse una crisis peor a la del 2009.
Esto, sumado a la desaceleración económica que muestra ese país desde inicios de año, ha generado gran incertidumbre entre inversionistas y analista internacionales.
¿Por qué? La razón es que el Gobierno americano gasta mucho más de los ingresos que obtiene, es decir tiene un alto déficit presupuestal, pero además es el Gobierno más endeudado del planeta, por lo tanto requiere todavía de más deuda para poder cumplir con sus compromisos.
Necesita dinero prestado, entre otras cosas, para seguir manteniendo su aparato militar, sus ocupaciones en Iraq y Afganistán y desde luego para el pago de sus “abonos” a los países y bancos que le han prestado.
De no elevar su endeudamiento, se especula que Estados Unidos podría caer en una “moratoria” en el pago de su deuda, como nos pasó a nosotros en México durante 1982 con López Portillo. Esto, desde luego tendría consecuencias devastadoras para la economía americana e internacional.
El hecho de que Estados Unidos no pudiera cumplir con sus compromisos metería al sistema financiero internacional en una crisis difícil de imaginar. La confianza se derrumbaría y las consecuencias para el mundo serían devastadoras.
Obviamente, se espera que impere la cordura en los congresistas republicanos, y finalmente den su aprobación para un mayor endeudamiento del Gobierno. La fecha límite para su aprobación es el próximo 2 de agosto.
La buena noticia es que los republicanos han dejado ver la posibilidad de aprobar un mayor endeudamiento, a cambio de que Obama aplique recortes presupuestales a partir del 2012.
Obviamente, los republicanos quieren que de todo esto Obama salga debilitado, y asegurar así su regreso al poder en las próximas elecciones.
Mediáticamente parece que se ha concluido que si Obama obtiene lo que quiere la emergencia habrá pasado, lo cual es de mi punto de vista es falso.
Déjeme le explico por qué.
Si bien la aprobación de mayor deuda para el Gobierno de Estados Unidos salvaría a ese país y al mundo de una profunda crisis, quizás peor a la del 2009, el hecho es que ese país se viene desacelerando desde marzo.
Por lo tanto pase lo que pase en el congreso americano, la desaceleración seguirá ahí, y como vimos en junio pasado, parece ser más profunda de lo que se pensaba.
Los escenarios
Basado en todas estas consideraciones, hay tres escenarios posibles:
-Escenario positivo. El congreso americano apoya un mayor endeudamiento para el Gobierno de Obama, sin exigirle grandes recortes presupuestales en 2012. Esto inyecta confianza a los inversionistas y consumidores estadounidenses e impulsa poco a poco la recuperación económica en ese País. Para finales de 2011 se considera superada la emergencia, y la economía americana comienza a crecer de nuevo a buen ritmo.
-El moderado. El congreso americano aprueba un mayor endeudamiento, pero condicionado a que Obama aplique importantes recortes presupuestales a partir de 2012. La confianza retorna de manera moderada entre inversionistas y consumidores. La desaceleración se prolonga hasta inicios del 2012, y los recortes presupuestales exigidos a Obama tienen un efecto depresivo en la economía americana, por lo que el crecimiento de ese país se mantiene entre bajo y moderado.
-El negativo. El congreso americano niega un mayor endeudamiento a Obama, por lo que su Gobierno se ve obligado a recortar gasto y elevar impuestos para poder recuperar sus finanzas. En tanto estas medidas se concretan, su Gobierno aplica una moratoria de corto plazo al pago de su deuda. La confianza de los inversionistas y consumidores se desploma. Esto, sumado a los recortes presupuestales y el alza de los impuestos, llevan a la economía americana a una nueva recesión que contagia al mundo entero.
Sin duda este último escenario es aterrador, y aunque no se considera el más probable, la realidad es que está latente y hasta que no se elimine por completo, el mundo seguirá conteniendo el aliento.
Y aún así, la realidad es que después del 2 de agosto la desaceleración seguirá ahí, por lo que tampoco hay que esperar soluciones o mejorías “mágicas” para la difícil situación que vive la economía americana.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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martes, 12 de julio de 2011
Dan “baldazo de agua fría” cifras de empleo en EU
Alejandro Romero
Un auténtico “baldazo de agua fría” dieron las cifras de empleo en Estados Unidos, a quienes pensábamos que la desaceleración podría estarse superando en ese país.
A finales de la semana pasada se dio a conocer que durante junio pasado, en Estados Unidos se generaron sólo 18 mil nuevos empleos formales, menos que los 25 mil creados en mayo, esto de acuerdo con cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país.
Esta cifra no sólo resultó peor que los datos de mayo, también fue la más baja de los últimos nueve meses y estuvo muy por debajo de los 90 mil empleos que los analistas esperaban que fueran creados durante ese mes.
Había confianza en un repunte respecto a mayo, pero el dato resultó decepcionante y “abominable” a decir de algunos especialistas.
Desde luego todo esto dio al traste con las expectativas de que la recuperación estaba tomando fuerza y lo peor es que demostró que incluso la desaceleración que experimenta Estados Unidos es más importante de lo que se pensaba en un inicio.
Por su parte, las cifras de desempleo en ese país no se quedaron atrás y este indicador se incremento por tercer mes consecutivo, para alcanzar una tasa de 9.2%, la más elevada desde diciembre del 2010.
Se calcula que son necesarios 150 mil empleos netos mensuales para reducir el desempleo en Estados Unidos.
El informe oficial de empleo es ampliamente considerado como el mejor indicador de la vitalidad de la economía estadounidense y aunque los pedidos manufactureros repuntaron durante junio, este reporte deja en claro que la desaceleración aún está lejos de ser superada.
"Tenemos todavía mucho camino que recorrer", reconoció el presidente Barack Obama, y recordó que "más de 2 millones de empleos" fueron creados por el sector privado en 16 meses, pero ello inyectó poco ánimo en los especialistas.
Algunos analistas continúan previendo una aceleración de la economía norteamericana en el segundo semestre, pero no son pocos los que ya comienzan a revisar sus estimaciones de crecimiento a la baja para ese país.
Aún hay más
Pero a la mala noticia sobre el empleo, se agregó otra sobre los salarios, que bajaron también durante junio en ese País.
Así se está acentuando la reducción del poder de compra de los norteamericanos, lo que es veneno puro para esa economía, ya que dos tercios de ella dependen precisamente de las compras de los consumidores.
Todo esto hace considerar que en caso de que se produjeran algunas otras "malas noticias como esta", la Reserva Federal estadounidense (nuestro equivalente del Banco de México) podría considerar medidas adicionales de reactivación para salvar a la economía de una posible recesión.
Como vemos, si bien la situación en la economía americana aún no se torna grave o incluso recesiva, y sigue dándose cierto crecimiento a paso lento, esto debe ponernos muy atentos.
La economía mexicana está muy ligada a Estados Unidos y buena parte de nuestra suerte, la compartimos con los “gringos”, nos guste o no.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com
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Un auténtico “baldazo de agua fría” dieron las cifras de empleo en Estados Unidos, a quienes pensábamos que la desaceleración podría estarse superando en ese país.
A finales de la semana pasada se dio a conocer que durante junio pasado, en Estados Unidos se generaron sólo 18 mil nuevos empleos formales, menos que los 25 mil creados en mayo, esto de acuerdo con cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país.
Esta cifra no sólo resultó peor que los datos de mayo, también fue la más baja de los últimos nueve meses y estuvo muy por debajo de los 90 mil empleos que los analistas esperaban que fueran creados durante ese mes.
Había confianza en un repunte respecto a mayo, pero el dato resultó decepcionante y “abominable” a decir de algunos especialistas.
Desde luego todo esto dio al traste con las expectativas de que la recuperación estaba tomando fuerza y lo peor es que demostró que incluso la desaceleración que experimenta Estados Unidos es más importante de lo que se pensaba en un inicio.
Por su parte, las cifras de desempleo en ese país no se quedaron atrás y este indicador se incremento por tercer mes consecutivo, para alcanzar una tasa de 9.2%, la más elevada desde diciembre del 2010.
Se calcula que son necesarios 150 mil empleos netos mensuales para reducir el desempleo en Estados Unidos.
El informe oficial de empleo es ampliamente considerado como el mejor indicador de la vitalidad de la economía estadounidense y aunque los pedidos manufactureros repuntaron durante junio, este reporte deja en claro que la desaceleración aún está lejos de ser superada.
"Tenemos todavía mucho camino que recorrer", reconoció el presidente Barack Obama, y recordó que "más de 2 millones de empleos" fueron creados por el sector privado en 16 meses, pero ello inyectó poco ánimo en los especialistas.
Algunos analistas continúan previendo una aceleración de la economía norteamericana en el segundo semestre, pero no son pocos los que ya comienzan a revisar sus estimaciones de crecimiento a la baja para ese país.
Aún hay más
Pero a la mala noticia sobre el empleo, se agregó otra sobre los salarios, que bajaron también durante junio en ese País.
Así se está acentuando la reducción del poder de compra de los norteamericanos, lo que es veneno puro para esa economía, ya que dos tercios de ella dependen precisamente de las compras de los consumidores.
Todo esto hace considerar que en caso de que se produjeran algunas otras "malas noticias como esta", la Reserva Federal estadounidense (nuestro equivalente del Banco de México) podría considerar medidas adicionales de reactivación para salvar a la economía de una posible recesión.
Como vemos, si bien la situación en la economía americana aún no se torna grave o incluso recesiva, y sigue dándose cierto crecimiento a paso lento, esto debe ponernos muy atentos.
La economía mexicana está muy ligada a Estados Unidos y buena parte de nuestra suerte, la compartimos con los “gringos”, nos guste o no.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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miércoles, 6 de julio de 2011
Da economía de EU “señales de vida”
Alejandro Romero
Tras varios meses “bajo pulso”, la economía de Estados Unidos al fin dio algunas “señales de vida” durante junio pasado.
De acuerdo con cifras del Instituto de Gerentes de Compras de ese país (ISM, por sus siglas en inglés), durante junio pasado el índice de pedidos del sector manufacturero en Estados Unidos logró un valioso repunte.
En ese mes el índice alcanzó los 55.3 puntos, luego de que en mayo se había desplomado a los 53.5 puntos.
Además, este indicador se situó en el mismo nivel que mostró durante junio de 2010, cuando el sector manufactureros estadounidense gozaba de buena “salud”.
Es importante señalar que cuando el índice supera los 50 puntos, esto es señal de expansión en los pedidos del sector manufacturero.
En junio, tanto el sector automotriz y aeroespacial, como el de computadoras y electrónicos, todos estos muy ligados a la economía sonorense, mostraron un crecimiento destacado en sus pedidos.
El repunte de los pedidos manufactureros en Estados Unidos puede ser una de las primeras señales de que la economía de ese país y ese sector en particular podría estar por iniciar una nueva tendencia positiva, lo que daría un nuevo impulso a la economía sonorense.
Además es importante que este indicador haya resultado positivo, ya que significa que las empresas manufactureras estadounidenses que operan en suelo sonorense tendrán más trabajo y por lo tanto es probable que eleven sus niveles de producción y empleo.
Hay que recordar que de las exportaciones que anualmente realizan México y Sonora, más de un 80% van hacia Estados Unidos, y la mayor parte son efectuadas precisamente por el sector manufacturero.
Además, la industria manufacturera genera uno de cada dos empleos que se crean en el Estado, por lo que es vital que este sector tenga un buen desempeño.
Repuntan ventas del Fusion
Otro dato alentador fue que durante junio pasado, las ventas del modelo Ford Fusion lograron un crecimiento en Estados Unidos de 13%, esto respecto al mismo mes del 2010.
La importancia de este indicador radica en que el Fusion se ensambla en la Planta Ford de Hermosillo.
Así, con este resultado, el Fusión logró incrementar sus ventas en el mercado americano por décimo mes consecutivo, y además lo hizo ligeramente por encima del 10.2% logrado en mayo pasado.
De esta forma, Ford Motor Company dio a conocer que se vendieron un total de 20 mil 808 unidades del Fusion en Estados Unidos durante junio.
Al igual que en los pedidos manufactureros, este resultado muestra que aunque aún no se puede cantar victoria sobre la desaceleración, en junio la economía sí tuvo una ligera mejoría respecto a mayo, lo que podría ser un indicio de que pronto se podría retomar el camino hacia un mayor crecimiento.
Insisto, aún no se pueden echar las campanas al vuelo, pero al menos Estados Unidos ya dio “señales de vida” y eso créame que nos conviene.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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Tras varios meses “bajo pulso”, la economía de Estados Unidos al fin dio algunas “señales de vida” durante junio pasado.
De acuerdo con cifras del Instituto de Gerentes de Compras de ese país (ISM, por sus siglas en inglés), durante junio pasado el índice de pedidos del sector manufacturero en Estados Unidos logró un valioso repunte.
En ese mes el índice alcanzó los 55.3 puntos, luego de que en mayo se había desplomado a los 53.5 puntos.
Además, este indicador se situó en el mismo nivel que mostró durante junio de 2010, cuando el sector manufactureros estadounidense gozaba de buena “salud”.
Es importante señalar que cuando el índice supera los 50 puntos, esto es señal de expansión en los pedidos del sector manufacturero.
En junio, tanto el sector automotriz y aeroespacial, como el de computadoras y electrónicos, todos estos muy ligados a la economía sonorense, mostraron un crecimiento destacado en sus pedidos.
El repunte de los pedidos manufactureros en Estados Unidos puede ser una de las primeras señales de que la economía de ese país y ese sector en particular podría estar por iniciar una nueva tendencia positiva, lo que daría un nuevo impulso a la economía sonorense.
Además es importante que este indicador haya resultado positivo, ya que significa que las empresas manufactureras estadounidenses que operan en suelo sonorense tendrán más trabajo y por lo tanto es probable que eleven sus niveles de producción y empleo.
Hay que recordar que de las exportaciones que anualmente realizan México y Sonora, más de un 80% van hacia Estados Unidos, y la mayor parte son efectuadas precisamente por el sector manufacturero.
Además, la industria manufacturera genera uno de cada dos empleos que se crean en el Estado, por lo que es vital que este sector tenga un buen desempeño.
Repuntan ventas del Fusion
Otro dato alentador fue que durante junio pasado, las ventas del modelo Ford Fusion lograron un crecimiento en Estados Unidos de 13%, esto respecto al mismo mes del 2010.
La importancia de este indicador radica en que el Fusion se ensambla en la Planta Ford de Hermosillo.
Así, con este resultado, el Fusión logró incrementar sus ventas en el mercado americano por décimo mes consecutivo, y además lo hizo ligeramente por encima del 10.2% logrado en mayo pasado.
De esta forma, Ford Motor Company dio a conocer que se vendieron un total de 20 mil 808 unidades del Fusion en Estados Unidos durante junio.
Al igual que en los pedidos manufactureros, este resultado muestra que aunque aún no se puede cantar victoria sobre la desaceleración, en junio la economía sí tuvo una ligera mejoría respecto a mayo, lo que podría ser un indicio de que pronto se podría retomar el camino hacia un mayor crecimiento.
Insisto, aún no se pueden echar las campanas al vuelo, pero al menos Estados Unidos ya dio “señales de vida” y eso créame que nos conviene.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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