Alejandro Romero
Igual
que a mediados de 2011, nuevamente la “salud” de la economía americana vuelve a
causar preocupación e incertidumbre entre analistas y expertos, y desde luego esto
amenaza con afectar a México y Sonora.
Por
una parte, se acerca el llamado “precipicio fiscal” en Estados Unidos.
¿Qué
es esto? Se lo explico: a partir del 1 de enero del 2013 está programado que en
Estados Unidos suban los impuestos y que además se recorte el gasto del
Gobierno federal.
Por
acuerdo del Congreso americano, los impuestos se habían reducido y el gasto se
había elevado en ese país de 2009 al 2012, como medidas para reactivar la
economía estadounidense tras la crisis financiera del 2008, la peor en 30 años.
En
teoría en 2013 la crisis debería haber quedado atrás y el aumento de los
impuestos y la reducción del gasto no debería haber causado mayores problemas.
Pero
la realidad es que en todo 2012 Estados Unidos ha mostrado un débil crecimiento
económico, con tasas que oscilan a duras penas entre el 2 y el 1.3%. Muy lejos
de los niveles de 3 ó 4% que alcanzó ese país en la década pasada.
Esto
hace pensar a los expertos que una vez que suban los impuestos y se recorte el
gasto del Gobierno, la economía americana volverá a caer en recesión, lo que
desde luego tendría efectos devastadores para la economía internacional, ya de
por si golpeada por la crisis de los países de la zona euro.
Para
evitar el “precipicio fiscal” es necesario que demócratas y republicanos se
pongan de acuerdo y extiendan por más tiempos a las clases medias la reducción
de impuestos y que además moderen o frenen los recortes al gasto del Gobierno.
Tienen
de aquí al 31 de diciembre para ponerse de acuerdo, y aunque el presidente
Obama confía en lograrlo, la verdad es que no será nada fácil.
Ante
este “difícil panorama”, los consumidores americanos ya han comenzado a moderar
su gasto y esto ha reducido los pedidos de bienes manufacturados en ese país,
lo que pega directamente a la industria mexicana y sonorense.
Un
sector que parece estar siendo particularmente afectado es el automotriz.
En
agosto, de acuerdo al Departamento de Comercio de Estados Unidos, los pedidos
automotrices cayeron un 11.6% y en septiembre volvieron a caer 0.4%.
Bajan ventas del Fusion
Pero
lo más peligroso para nuestro Estado es el desplome que sufrieron en septiembre
y octubre las ventas del Ford Fusion en el mercado americano.
Recuerde
que el Fusion es el principal auto que se ensambla en la planta Ford de
Hermosillo y un 95% de su producción se destina a Estados Unidos.
De
acuerdo con datos de Ford, en septiembre las ventas del Fusion en ese país
cayeron un 37.0% y en octubre nuevamente se desplomaron un 29.9%.
De
continuar “ennegreciéndose” el panorama en Estados Unidos y si esta tendencia
de las ventas del Fusion persiste, sin duda la economía mexicana y sonorense
podrían verse afectadas.
Pero
no se alarme estimado lector, el empleo y la economía estatal hasta hoy siguen
creciendo en México y Sonora, a lo que va mi comentario es a advertir que de
persistir estas malas señales en la economía internacional, entonces sí
podríamos ver afectaciones a futuro de este lado de la frontera.
Lo
positivo es que Sonora cuenta con varios motores de crecimiento como son los
sectores minero, aeroespacial, electrónico y energético, pero también es muy
cierto que el sector automotriz abarca un 11% de la actividad económica del
Estado y la planta Ford es el “corazón” industrial de la entidad. Una
afectación sería en el peor de los escenarios inevitable.
Por
esta situación será de vital importancia que Gobierno del Estado, el Congreso
local, empresarios, sindicatos y consumidores, nos preparemos y tomemos las
precauciones necesarias para enfrentar los posibles tiempos difíciles que
podrían venir en 2013.
Gobierno
y Congreso estatal deben encontrar acuerdos necesarios para que Sonora no se
quede sin presupuesto nuevamente y se eleve la competitividad de la entidad,
empresarios y sindicatos deben priorizar el cuidado del clima laboral y el
aumento de la productividad, mientras que los consumidores deben moderar su endeudamiento
y “arreglar” con los próximos aguinaldos las finanzas del hogar.
Debemos
prepararnos para lo peor, esperando desde luego que suceda lo mejor.
Alejandro Romero.
Economista
y analista financiero con más de 15 años de experiencia en el periodismo
económico y de negocios.
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en Twitter: @AlexRomeroAyala
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