La Sombra Telemax 31 de agosto del 2015

Comentario económico de Alejandro Romero 1 de julio del 2015

martes, 27 de mayo de 2014

Fallar pronósticos: La nueva maldición de México… quedan atrás los penaltis del futbol

Alejandro Romero

Fallar y recortar los pronósticos de crecimiento económico del País parece haberse convertido desde 2013 en la nueva “maldición” nacional, destronando incluso a los temidos penales para la Selección Mexicana de futbol.

Y no hay “jugador” que falle más pronósticos que el Secretario de Hacienda federal, Luis Videragay.

En 2013 Videgaray inició en enero con un pronóstico de crecimiento para México de 3.5%, luego en mayo lo bajó a 3.1%, después en agosto lo recortó a 1.8%, y en septiembre nuevamente lo ajustó a 1.7% con el argumento del impacto que había tenido los huracanes que azotaron al País. Finalmente la economía a duras penas creció 1.1% durante el año pasado.

Ahora en 2014, el Secretario de Hacienda federal inició el año con un pronóstico de crecimiento de 3.9%, pero ante el pobre desempeño que tuvo la economía nacional en el primer trimestre del año, recortó la expectativa a sólo 2.7%. ¿Otra vez estamos viendo la misma película?

Lo peor es que los pronósticos nomás no dejan de derrumbarse mes a mes y este martes BBVA Bancomer y Santander anunciaron nuevos ajustes a sus expectativas de crecimiento para la economía mexicana.

En el caso de Bancomer disminuyó de 3.4% a 2.5% su pronóstico de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) del País en este 2014.

Por otra parte, el Grupo Santander recortó su previsión de 3.0% a 2.5%.

¿Por qué tantas fallas?

El problema no es que Videgaray cuente con malos economistas en su equipo que no sepan elaborar pronósticos. El problema es que el propio Secretario de Hacienda federal se ha negado en repetidas ocasiones a aceptar la realidad: La política económica y fiscal que lleva la actual administración federal no está funcionando.

Por una parte, el Gobierno federal jura que este 2014 no volverá a ocurrir lo sucedido en 2013, y asegura que ejercerá en tiempo y forma el presupuesto federal.

La realidad nos dice una cosa muy distinta, pues en el primer bimestre de 2014, la producción de obra del sector público registró una caída de 9.3%, respecto al mismo periodo de 2013, esto de acuerdo con datos oficiales de Inegi.

Esto significa que el Gobierno federal no está reactivando la obra pública en el País, como tanto lo había prometido para reactivar la economía.

Entonces ¿dónde se están gastando los recursos extra que está dejando al Gobierno federal la reforma fiscal aplicada este año? Y ¿Dónde están los recursos que solicitó como endeudamiento histórico este Gobierno federal para financiar obras de infraestructura? La verdad es que ese dinero brilla por su ausencia en la economía real.

Por otra parte, Videgaray sigue negando que la política fiscal aplicada con la reforma fiscal es errada.

Este martes, si bien aceptó que los nuevos impuestos le pegaron al crecimiento en el primer trimestre del año, insiste en que tendrán un efecto temporal y que la economía tendrá un “vigoroso” crecimiento (del 3%) a partir del segundo semestre.

La realidad que Videgaray y el presidente Peña Nieto se niegan a aceptar es que los nuevos impuestos sólo hicieron una cosa: Sacar más dinero del golpeado bolsillo de los contribuyentes cautivos.

El Gobierno está obteniendo recursos adicionales a costa de la salud financiera de los contribuyentes cautivos. No está logrando más recursos por reducción de su gasto, o por aumentar de la eficiencia recaudatoria, o por elevar la base de contribuyentes.

Por lo tanto, aunque las finanzas del Gobierno federal anden “tan bien” y puedan gastar más recursos en obra durante el segundo semestre de 2014, la realdad es que los contribuyentes cautivos tuvieron que bajar su gasto y sus inversiones para pagar los nuevos impuestos, y eso es lo que tiene débil el crecimiento económico.

Urge una contrarreforma fiscal que disminuya los impuestos directos, eleve la base de contribuyentes, grave el consumo como se estila a nivel internacional, y “adelgace” la estructura del Gobierno federal.

Hacienda y Videgaray seguirán fallando sus pronósticos una y otra vez, si insisten en negarse a aceptar la realidad, por eso no le extrañe que en agosto o septiembre veamos de nuevo al secretario anunciando un nuevo recorte a las previsiones de crecimiento para 2014.

Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 16 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com
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martes, 13 de mayo de 2014

Dime qué presumes, y te diré… cómo va la economía mexicana

Alejandro Romero

Dice el viejo y conocido refrán: Dime qué presumes y te diré qué te falta.

Y aplica como anillo al dedo para las declaraciones que realizó esta semana el presidente Enrique Peña Nieto, respecto a que la economía mexicana no estaba en recesión, y que desde su punto de vista, por el contrario mostraba signos claros de recuperación.

La cruda y dura realidad es que por más que el Presidente o sus asesores quieran tapar el sol con un dedo, es imposible ocultar el estancamiento que vive la economía nacional.

Peña Nieto dio como “prueba” de sus afirmaciones tres indicadores, donde aseguraba que era evidente la recuperación del País.

El problema es que ni siquiera esos tres indicadores dan soporte a lo dicho por el Presidente y basta con echarles un vistazo superficial, para demostrar que incluso los mismos indicadores señalados por él, en realidad dicen todo lo contrario.

Vamos a analizarlos uno por uno para que usted vea cómo es falso que la economía mexicana esté en reactivación.

1. El Presidente Peña Nieto dijo que según el Inegi, en marzo la actividad industrial había logrado un crecimiento del 3.4%, respecto a marzo del 2013.

Lo que se le olvidó precisar es que en 2013 la Semana Santa cayó precisamente en marzo, por lo tanto hubo menos días trabajados y desde luego una menor producción de la industria.

Entonces si comparamos marzo de 2014 contra marzo de 2013, es lógico que habrá un crecimiento favorable, porque este año la Semana Santa cayó en abril y por lo tanto en marzo hubo más días trabajados y por ende mayor producción industrial en el Pais.

Pero si en cambio tomamos dados desestacionalizados, es decir, quitamos los efectos de temporalidad a los que hacemos referencia en el párrafo anterior, entonces la producción industrial nacional registró en marzo una caída del 0.13%. Ah verdad.

Disminuye generación de empleos

2. También Peña Nieto señaló que de abril de 2013 a abril de 2014 se han generado en México más de 400 mil nuevos empleos. De hecho, según el IMSS en abril pasado se crearon a nivel nacional 56,042 nuevos empleos.

Lo que se oculta o no se quiere decir, es que la generación de empleos de abril pasado fue 16.2% inferior a la abril de 2013.

De hecho, de enero a abril de este 2014 se han creado 312 mil 306 nuevos empleos. Pero esta cifra es 12.2% inferior a las plazas laborales generadas en el mismo periodo del año 2012.

Recordemos que 2013 fue un año de casi nulo crecimiento, por lo tanto si realmente queremos afirmar que estamos en crecimiento, entonces debemos compararnos contra 2012 o 2011.

3. Finalmente el Presidente comentó el resultado de las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), que durante el mes de abril crecieron de forma nominal un 2.4%, respecto al mismo mes del 2013.

Aquí hay dos cosas: Primero, en el caso de las tiendas de autoservicio se vieron favorecidas este año porque la Semana Santa cayó en abril, lo que tiene un efecto positivo en sus ventas. Recordemos que el comercio lejos de descansar, trabaja más en periodos vacacionales.

Pero además de eso, el resultado que se dio a conocer es nominal, es decir, no descuenta el aumento de los precios o de la inflación, como decimos los economistas.

Si descontamos la inflación, entonces en términos reales las ventas de las tiendas de autoservicio registraron en abril una caída del 1%, es decir, ni siquiera repuntaron con la Semana Santa a su favor.

Como vemos, definitivamente los indicadores citados por el presidente Peña Nieto nos dicen una cosa muy diferente de lo que se buscaba presumir.

Por más que se quiera ocultar, la economía mexicana se encuentra estancada y en serio riesgo de caer en recesión, de no corregirse a tiempo errores garrafales como la reforma fiscal de este año.

Para mí sólo queda una duda, ¿Peña Nieto y sus asesores saben la realidad, pero buscan inyectar optimismo con estas declaraciones? O de plano ¿Niegan la realidad y se niegan a aceptar que han manejado mal la economía? O peor aún ¿Sus asesores le están mintiendo al Presidente el estado real del País?

¿Usted qué opina?

Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 16 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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miércoles, 7 de mayo de 2014

Economía mexicana deja de seguirle el paso a EU; mientras allá baja el desempleo, aquí va a la alza


Alejandro Romero

Siempre se dice que si a Estados Unidos le da resfriado, a México le da pulmonía, y a su vez también se dice que en buenos tiempos ese país es la “locomotora” que arrastra positivamente a nuestra País. Pero últimamente, las cosas no han sido así.

Desde inicios de 2013 las economías de México y Estados Unidos parecen ir en sentido contrario, mientras allá el Producto Interno Bruto (PIB) crece y baja el desempleo, acá el crecimiento es casi nulo y la desocupación va en aumento.

Déjeme mostrarle los números que sustentan esta preocupante situación.

Del primer trimestre de 2013 al primer trimestre de 2014, la economía americana registró una tasa de crecimiento promedio del 2.1%.

Aunque ese país creció sólo 0.1% en el primer trimestre de este año, esto se debió exclusivamente a la fuerte temporada invernal que paralizó varios regiones estadounidenses, pero en general la economía americana sigue sana y se mantendrá en creciendo durante los próximos trimestres.

Adicionalmente, la tasa de desempleo en Estados Unidos se ubicaba en 7.9% a diciembre de 2012, pero para abril de 2014 ya ha bajado a sólo 6.3%.

En contraste, en México de enero de 2013 a febrero de 2014, nuestra economía apenas ha logrado una tasa de crecimiento promedio del 1.2%, es decir, la mitad de la lograda por Estados Unidos en casi similar periodo.

Además la tasa de desempleo en México que se encontraba en 5% a diciembre de 2012, para marzo de este 2014 subió a 5.3%, es decir va a la alza, de acuerdo con cifras desestacionalizadas de Inegi.

Como podemos apreciar, Estados Unidos está viviendo un buen momento económico, que México lleva varios trimestres en el estancamiento.

¿Pero a qué se debe esto? ¿Por qué la desconexión entre ambas economías? ¿Qué es lo peor que nos puede pasar si no seguimos el ritmo de crecimiento de Estados Unidos? Vamos por partes.

Las causas
Para economistas y analistas serios, no queda ninguna duda de que en 2013 la economía mexicana vio afectado su crecimiento simplemente porque el Gobierno federal pasó meses subejerciendo su presupuesto, es decir, no nomás no gastaba lo que debía y eso tuvo serias repercusiones en la economía mexicana.

El gasto del Gobierno y sobre todo la inversión en infraestructura tienen un efecto multiplicador en beneficio de la economía de varios sectores. Pero en 2013, el Gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, simplemente no hizo su tarea.

Por septiembre u octubre del año pasado, el Gobierno federal trató de enmendar el error y soltó el gasto que había retenido en los meses anteriores, pero fue demasiado tarde… el daño ya estaba hecho.

Luego, el 1 de enero de 2014 entra en vigor un segundo golpe a la economía mexicana: La reforma fiscal.

Subió el IVA fronterizo, se redujeron las deducciones al pago de impuestos, nacieron impuestos especiales a la minería, gasolinas, alimentos de alto contenido calórico y los refrescos, desaparecieron los Repecos, en fin.

Todo esto, tuvo un impacto negativo adicional en las empresas, quienes vieron venir un aumento sustancial en su pago de impuestos, por lo que optaron por reducir costos, especialmente en la nómina, aplazando contrataciones de nuevo personal.

Por otra parte, los nuevos impuestos tuvieron un impacto inflacionario que lesionó el poder de compra de las familias y a la fecha ha reducido en 1% las ventas del comercio nacional, según cifras a febrero de Inegi.

Por otra parte, el alza del IVA fronterizo tuvo un mayor impacto precisamente en los estados del Norte, que son la región más dinámica del País y además son los más interconectados con la economía americana.

Por todo esto, la economía mexicana nomás no levanta, no muestra signos sólidos de recuperación y por su fuera poco desaprovecha el buen momento económico que vive Estados Unidos.

Lo peor es que cuando el Gobierno federal desee enmendar el camino, podría ser demasiado tarde.

La economía se mueve por ciclos, y quizás en el futuro cuando nosotros intentemos recuperarnos, Estados Unidos podría estar nuevamente en fase de desaceleración o recesión.

Entonces nos lamentaremos de no haber aprovechado este momento y estaremos condenados a más años de estancamiento económico. Y el único culpable de esto será el gobierno federal. Nadie más.

Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 16 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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