Alejandro
Romero
Fallar
y recortar los pronósticos de crecimiento económico del País parece haberse
convertido desde 2013 en la nueva “maldición” nacional, destronando incluso a
los temidos penales para la Selección Mexicana de futbol.
Y
no hay “jugador” que falle más pronósticos que el Secretario de Hacienda
federal, Luis Videragay.
En
2013 Videgaray inició en enero con un pronóstico de crecimiento para México de
3.5%, luego en mayo lo bajó a 3.1%, después en agosto lo recortó a 1.8%, y en
septiembre nuevamente lo ajustó a 1.7% con el argumento del impacto que había
tenido los huracanes que azotaron al País. Finalmente la economía a duras penas
creció 1.1% durante el año pasado.
Ahora
en 2014, el Secretario de Hacienda federal inició el año con un pronóstico de
crecimiento de 3.9%, pero ante el pobre desempeño que tuvo la economía nacional
en el primer trimestre del año, recortó la expectativa a sólo 2.7%. ¿Otra vez
estamos viendo la misma película?
Lo
peor es que los pronósticos nomás no dejan de derrumbarse mes a mes y este
martes BBVA Bancomer y Santander anunciaron nuevos ajustes a sus expectativas
de crecimiento para la economía mexicana.
En
el caso de Bancomer disminuyó de 3.4% a 2.5% su pronóstico de crecimiento para
el Producto Interno Bruto (PIB) del País en este 2014.
Por
otra parte, el Grupo Santander recortó su previsión de 3.0% a 2.5%.
¿Por qué tantas fallas?
El
problema no es que Videgaray cuente con malos economistas en su equipo que no
sepan elaborar pronósticos. El problema es que el propio Secretario de Hacienda
federal se ha negado en repetidas ocasiones a aceptar la realidad: La política
económica y fiscal que lleva la actual administración federal no está
funcionando.
Por
una parte, el Gobierno federal jura que este 2014 no volverá a ocurrir lo
sucedido en 2013, y asegura que ejercerá en tiempo y forma el presupuesto
federal.
La
realidad nos dice una cosa muy distinta, pues en el primer bimestre de 2014, la
producción de obra del sector público registró una caída de 9.3%, respecto al
mismo periodo de 2013, esto de acuerdo con datos oficiales de Inegi.
Esto
significa que el Gobierno federal no está reactivando la obra pública en el
País, como tanto lo había prometido para reactivar la economía.
Entonces
¿dónde se están gastando los recursos extra que está dejando al Gobierno
federal la reforma fiscal aplicada este año? Y ¿Dónde están los recursos que
solicitó como endeudamiento histórico este Gobierno federal para financiar
obras de infraestructura? La verdad es que ese dinero brilla por su ausencia en
la economía real.
Por
otra parte, Videgaray sigue negando que la política fiscal aplicada con la reforma
fiscal es errada.
Este
martes, si bien aceptó que los nuevos impuestos le pegaron al crecimiento en el
primer trimestre del año, insiste en que tendrán un efecto temporal y que la
economía tendrá un “vigoroso” crecimiento (del 3%) a partir del segundo
semestre.
La
realidad que Videgaray y el presidente Peña Nieto se niegan a aceptar es que
los nuevos impuestos sólo hicieron una cosa: Sacar más dinero del golpeado
bolsillo de los contribuyentes cautivos.
El
Gobierno está obteniendo recursos adicionales a costa de la salud financiera de
los contribuyentes cautivos. No está logrando más recursos por reducción de su
gasto, o por aumentar de la eficiencia recaudatoria, o por elevar la base de
contribuyentes.
Por
lo tanto, aunque las finanzas del Gobierno federal anden “tan bien” y puedan
gastar más recursos en obra durante el segundo semestre de 2014, la realdad es
que los contribuyentes cautivos tuvieron que bajar su gasto y sus inversiones
para pagar los nuevos impuestos, y eso es lo que tiene débil el crecimiento
económico.
Urge
una contrarreforma fiscal que disminuya los impuestos directos, eleve la base
de contribuyentes, grave el consumo como se estila a nivel internacional, y
“adelgace” la estructura del Gobierno federal.
Hacienda
y Videgaray seguirán fallando sus pronósticos una y otra vez, si insisten en
negarse a aceptar la realidad, por eso no le extrañe que en agosto o septiembre
veamos de nuevo al secretario anunciando un nuevo recorte a las previsiones de
crecimiento para 2014.
Alejandro
Romero.
Economista
y analista financiero con más de 16 años de experiencia en el periodismo
económico y de negocios.
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