Alejandro Romero
A
veces me da la impresión de que mucha gente que discute sobre temas económicos
en Sonora, no tiene la más mínima idea de lo que sucede fuera, y desde luego eso
provoca que sus opiniones estén erradas o fuera de contexto.
La
cruda realidad es que el mundo atraviesa por un momento complicado, donde
países y regiones enteras se encuentran en recesión, en varios casos por la
enorme deuda y la débil recaudación de sus gobiernos.
Ahí
están los casos de Grecia, España, Portugal, Italia y el propio Estados Unidos.
Es
urgente que en Sonora tomemos nota de lo que sucede en el exterior, y sobre
todo que hagamos un esfuerzo por salir pronto de las discusiones que nos tienen
empantanados.
Es
vital que nos ocupemos en blindarnos de las turbulencias externas, para que así
en este 2013 el Estado continúe en crecimiento y generando empleos.
Pero
antes, déjeme ponerlo al tanto de cómo se espera este 2013 para las economías
más importantes del mundo, de acuerdo con pronósticos del Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, Standard and Poor’s y los bancos centrales de
cada país o región en cuestión.
Para
Estados Unidos los pronósticos aún son muy inciertos. En promedio se espera que
la economía americana crezca este 2013 un 2.2%, sin cambios respecto al 2012.
No obstante, el Banco Mundial es mucho más pesimista y ve sólo una expansión del
1.9%, lo que sería el peor resultado para ese país desde 2009.
En
el caso de los países de la Eurozona (Francia, España, Alemania, Italia,
Grecia, entre otros) los pronósticos son deprimentes. Se espera que sus
economías sigan en recesión por segundo año consecutivo y que en promedio decaigan
un 0.1% este 2013.
Finalmente
otro gran “motor” de la economía mundial también está a la baja: Japón. En 2012
la economía japonesa logró un crecimiento de 2.2%, pero para este 2013 sólo se
espera un “incipiente” crecimiento del 1.1%. El Banco Mundial es incluso más
negativo y sólo augura una expansión del 0.8%.
Impacta a la industria
Como
usted puede ver, afuera el panorama luce complicado, con muchos peligros, y
todo esto tendrá efecto en el crecimiento del sector industrial, uno de los más
importantes para México y Sonora.
De
acuerdo con previsiones del grupo financiero BBVA, en 2013 varios sectores
industriales en México verán desacelerar
de forma notable su crecimiento.
Por
fortuna para nuestro Estado, los sectores automotriz y aeroespacial serán los
que logren el mayor crecimiento en México, al expandirse un 4.8% en 2013. No
obstante, en 2012 habían logrado un repunte del 10.1%.
Otro
caso son los productos metálicos, que en 2012 habían alcanzado un crecimiento
de 5.3%, pero que en 2013 reducirán su expansión a un nivel de sólo 2.9%.
En
el caso de las industrias eléctricas y electrónicas su crecimiento apenas
rondará este año entre el 2.9% y 2.5%.
Todo
esto hace suponer, que aunque habrá crecimiento económico, lograrlo será mucho
más complicado y cada punto porcentual costará sangre, sudor y lágrimas.
En otras
palabras, estimado lector, el entorno es complicado y si no nos preparamos para
hacerle frente, la desaceleración podría tocar sensiblemente a Sonora.
Como
lo dije en mi columna anterior, si debido a la situación económica las empresas
comienzan a dejar de invertir, si las exportaciones empiezan a deprimirse y si
el consumo privado decae como consecuencia, el único que debe y puede tomar
medidas contracíclicas es el Gobierno por medio de una mayor inversión social y
sobretodo de infraestructura, que genere empleos y derrama económica.
Eso
es precisamente lo que debemos preocuparnos por hacer en Sonora en estos
momentos. Es la medicina que requiere ahora nuestra economía.
Insisto,
lo que pasa en el mundo nos lanza una clara advertencia: No es bueno para una
economía un gobierno sobreendeudado y con ingresos débiles o a la baja. Es
necesario un Gobierno con finanzas sanas, que invierta y que cuente con
recursos suficientes para mover la economía.
Es
urgente que en Sonora dejemos cuanto antes las discusiones estériles, que cada
sector y poder asuma las decisiones responsables que tomó y/o debe tomar y
sobre todo que cuanto antes comencemos a ocuparnos en detonar la inversión en
el Estado para fortalecernos contra las turbulencias externas y reforzar nuestra
competitividad.
En
caso de que hagamos exactamente lo contrario, los riesgos son muchos, y ningún
costo que hoy queramos evitar, se comparará a los que afrontaremos por no
actuar a tiempo y con responsabilidad.
Alejandro Romero.
Economista
y analista financiero con más de 15 años de experiencia en el periodismo
económico y de negocios.
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