Alejandro Romero
Tal y como lo predijimos en este mismo espacio en junio pasado, los precios de la gasolina seguirán a la alza en México de forma gradual, por lo menos hasta 2014, con todo y el cambio de Gobierno que pueda darse el próximo año.
Esto de acuerdo al paquete fiscal que aprobaron los diputados federales hace unas semanas y que aguarda su ratificación sin mayores problemas en el Senado. Con esto la gasolina seguirá subiendo alrededor de 9 centavos al menos cada mes, de aquí hasta el 2014.
Y por más que ahora Hacienda diga que no los promovió, que el PAN asegure que no los propuso, y que el PRI se desniegue de haberlos apoyado, la realidad es que los deslizamientos mensuales a las gasolinas recibieron la bendición de ambos partidos y del Gobierno federal.
Pero ¿Cuál es la razón? ¿Por qué no va a llegar en 2012 un “salvador” que rescate a los mexicanos de estos aumentos en los combustibles? La razón es la misma que expusimos en esta columna el pasado 1 de junio (http://alexromeroayala.blogspot.com/2011/06/llenar-el-tanque-de-gasolina-de-un.html).
Muy simple, los precios internacionales del petróleo siguen superando los 100 dólares por barril y no se prevé que bajen, lo que ha disparado desde hace tiempo en todos los países el costo de las gasolinas.
En Brasil, que es un país similar a nosotros en sus niveles de desarrollo, el precio de la gasolina es de 19.36 pesos por litro, en Chile de 15.22 pesos y en China 13.61 pesos. En cambio nosotros sólo pagamos 9.56 pesos por la gasolina Magna.
En Estados Unidos que es nuestro principal socio comercial ronda los 12.23 pesos por litro.
Es importante recordar que aunque México es productor de petróleo, no contamos con refinerías suficientes para producir nuestras propias gasolinas, por lo que debemos importar más de un tercio del combustible que utilizamos. Desde la época de Carlos Salinas en México no se invierte en nuevas refinerías.
A causa de este “pequeño” detalle es que debemos pagar la gasolina que importamos a precio internacional y por lo tanto el Gobierno federal gasta 170 mil millones de pesos en subsidios a las gasolinas, es decir, casi la mitad del valor anual de la economía sonorense.
Esto en otras palabras, es un “boquete” presupuestal que evita que el Gobierno destine mejor ese dinero a educación, infraestructura productiva, incentivos o incluso en la construcción de nuevas refinerías que nos hagan menos dependientes de las importaciones de combustible.
Obviamente esta situación es insostenible, de ahí que la Secretaría de Hacienda, el PRI y el PAN tuvieron que dar luz verde a esta serie de “gasolinazos” hasta el 2014, con todo el dolor de su alma electoral y claro negando públicamente la paternidad de la medida.
En mi columna del pasado 1 de junio dije lo siguiente: “Y acuérdese de mí… sea quién sea que gane las próximas elecciones presidenciales, sin duda continuará esta política de ajustes al costo de la gasolina, ya sea de golpe o de forma gradual. ¿Apostamos?”. Creo que gané la apuesta.
Hay que entenderlo, las gasolinas baratas hace rato que se fueron para no volver a nivel internacional, y ningún Peña Nieto, ni Ebrard ni Peje ni Cordero ni Vázquez Mota podrán cambiar esto.
Nosotros en México tenemos que acostumbrarnos a pagar la gasolina a su precio real en el mercado internacional, no podemos vivir una mentira que sólo nos hace tirar miles de millones de pesos a un “barril” sin fondo, en vez de invertirlos en rubros más adecuados y prioritarios.
Pero quién es quién
Lo que sí me parece muy mala leche de parte de algunos personajes, es que con descaro y apostando a la falta de memoria de los mexicanos, pretendan cargarle políticamente la paternidad de todos los gasolinazos a la actual administración federal, ello con fines meramente electorales.
Todo esto como si en el pasado jamás se hubiera subido el precio de las gasolinas. ¡Por favor!
Vamos a los números, ellos nunca mienten: En el sexenio de José López Portillo las gasolinas en México subieron un 900%, con Miguel de la Madrid 1,810%, con Carlos Salinas 136% y con Ernesto Zedillo 290%
Vale la pena destacar que en el sexenio de Zedillo los precios del petróleo llegaron a estar sólo entre los 15 y los 20 dólares por barril, por lo que los aumentos a las gasolinas en ese momento no eran tan necesarios como hoy, y más bien tenían fines recaudatorios.
Además en el sexenio de Zedillo la inflación fue de 228%, mientras que las gasolinas se fueron arriba 290%, en otras palabras superaron por mucho el aumento de los precios en general.
En contraste, con Vicente Fox las gasolinas subieron sólo 28%, por debajo de la inflación acumulada en todo su sexenio que fue del 30% en seis años.
Con Felipe Calderón las gasolinas han subido 36%, por arriba del 21% que han crecido los precios en general durante los cinco años que van de su administración, pero obviamente esto sigue a “años luz” del aumento que se dio en el periodo de Zedillo.
Yo sí tengo memoria, ojalá usted también estimado lector.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
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