Alejandro Romero
En los últimos días una pregunta atormenta al mundo ¿habrá una nueva recesión en Estados Unidos? ¿Se avecina otra “tormenta” económica similar o peor a la del 2009?
Por ahora esta pregunta es imposible de responder con certeza… pero si es posible imaginar algunos escenarios y prepararnos ante ellos.
Desde hace semanas el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido que si los congresistas republicanos no le aprueban un mayor endeudamiento entonces podría avecinarse una crisis peor a la del 2009.
Esto, sumado a la desaceleración económica que muestra ese país desde inicios de año, ha generado gran incertidumbre entre inversionistas y analista internacionales.
¿Por qué? La razón es que el Gobierno americano gasta mucho más de los ingresos que obtiene, es decir tiene un alto déficit presupuestal, pero además es el Gobierno más endeudado del planeta, por lo tanto requiere todavía de más deuda para poder cumplir con sus compromisos.
Necesita dinero prestado, entre otras cosas, para seguir manteniendo su aparato militar, sus ocupaciones en Iraq y Afganistán y desde luego para el pago de sus “abonos” a los países y bancos que le han prestado.
De no elevar su endeudamiento, se especula que Estados Unidos podría caer en una “moratoria” en el pago de su deuda, como nos pasó a nosotros en México durante 1982 con López Portillo. Esto, desde luego tendría consecuencias devastadoras para la economía americana e internacional.
El hecho de que Estados Unidos no pudiera cumplir con sus compromisos metería al sistema financiero internacional en una crisis difícil de imaginar. La confianza se derrumbaría y las consecuencias para el mundo serían devastadoras.
Obviamente, se espera que impere la cordura en los congresistas republicanos, y finalmente den su aprobación para un mayor endeudamiento del Gobierno. La fecha límite para su aprobación es el próximo 2 de agosto.
La buena noticia es que los republicanos han dejado ver la posibilidad de aprobar un mayor endeudamiento, a cambio de que Obama aplique recortes presupuestales a partir del 2012.
Obviamente, los republicanos quieren que de todo esto Obama salga debilitado, y asegurar así su regreso al poder en las próximas elecciones.
Mediáticamente parece que se ha concluido que si Obama obtiene lo que quiere la emergencia habrá pasado, lo cual es de mi punto de vista es falso.
Déjeme le explico por qué.
Si bien la aprobación de mayor deuda para el Gobierno de Estados Unidos salvaría a ese país y al mundo de una profunda crisis, quizás peor a la del 2009, el hecho es que ese país se viene desacelerando desde marzo.
Por lo tanto pase lo que pase en el congreso americano, la desaceleración seguirá ahí, y como vimos en junio pasado, parece ser más profunda de lo que se pensaba.
Los escenarios
Basado en todas estas consideraciones, hay tres escenarios posibles:
-Escenario positivo. El congreso americano apoya un mayor endeudamiento para el Gobierno de Obama, sin exigirle grandes recortes presupuestales en 2012. Esto inyecta confianza a los inversionistas y consumidores estadounidenses e impulsa poco a poco la recuperación económica en ese País. Para finales de 2011 se considera superada la emergencia, y la economía americana comienza a crecer de nuevo a buen ritmo.
-El moderado. El congreso americano aprueba un mayor endeudamiento, pero condicionado a que Obama aplique importantes recortes presupuestales a partir de 2012. La confianza retorna de manera moderada entre inversionistas y consumidores. La desaceleración se prolonga hasta inicios del 2012, y los recortes presupuestales exigidos a Obama tienen un efecto depresivo en la economía americana, por lo que el crecimiento de ese país se mantiene entre bajo y moderado.
-El negativo. El congreso americano niega un mayor endeudamiento a Obama, por lo que su Gobierno se ve obligado a recortar gasto y elevar impuestos para poder recuperar sus finanzas. En tanto estas medidas se concretan, su Gobierno aplica una moratoria de corto plazo al pago de su deuda. La confianza de los inversionistas y consumidores se desploma. Esto, sumado a los recortes presupuestales y el alza de los impuestos, llevan a la economía americana a una nueva recesión que contagia al mundo entero.
Sin duda este último escenario es aterrador, y aunque no se considera el más probable, la realidad es que está latente y hasta que no se elimine por completo, el mundo seguirá conteniendo el aliento.
Y aún así, la realidad es que después del 2 de agosto la desaceleración seguirá ahí, por lo que tampoco hay que esperar soluciones o mejorías “mágicas” para la difícil situación que vive la economía americana.
Alejandro Romero.
Economista y analista financiero con más de 14 años de experiencia en el periodismo económico y de negocios.
Comentarios: elbbone@hotmail.com
Sígueme en Twitter: @AlexRomeroAyala
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